sábado, 31 de octubre de 2009

C'est une éclosion

Martínez Singul es el segundo violador del Ensanche. Le habían condenado a dos años por masturbarse delante de dos mujeres y ahora la Audiencia de Barcelona considera que sin violencia no hay agresión y le baja la pena a 200 euros. Ahora se entiende la bonita expresión por quítame allá esas pajas que indica por cosa de poca importancia, sin fundamento o razón, que en este caso cobra todo el sentido.

Habrá que preguntar a Cospedal si es más grave un subir y bajar pieles asomado a la reja del portal u ocultarse tras el vicepresidente como dice El Mundo que ha hecho Gallardón, una vez que ha abierto la veda de graduar la moralidad de sus implicados en las guerras ppunicas. Cobo es malo, pero Costa es malísimo. Te cambio un expediente al vice por Guindos y una suspensión de militancia si es por Rato. La mercader de Génova se queda con tu libra de carné del partido en cuanto te descuides.

Con esta gente y esta ética, yo le quitaría a Martínez Singul la multa de doscientos euros. Al menos éste lo hizo desde el cariño.

¿Y qué me dicen de Francia? Hace nada, cuando francés adjetivaba a un beso, era la forma aristocrática de señalar lo que de abisal puede tener un choque de bocas; despedirse a la francesa, lejos de mostrar mala educación, supone irse como uno llegó, de forma repentina, como una puñalada certera y fugaz, como una foto en tu vida, un clic; y cuando francés se indetermina con un artículo, su promesa te cierra los ojos y te dilata las fosas nasales, haciendo crónica la deuda y deseable el pago.

Francia y lo francés siempre lo fue todo para los españoles. Fue el refugio de los republicanos perdedores, fue la aspiración de la libertad, el hermano mayor, la novia guarra, la guía intelectual y el dispensador de pedigrí político. Aun sabiendo que todos los franceses eran maricones y todas las francesas unas frescas, París era el Katmandú más próximo.

Pero ya lejos los desayunos sucios con diamantes de Giscard, en estos días de prensa colaboradora, los patos se encadenan más que nunca con un Chirac al que le pueden caer diez años, un hijo de Mitterrand condenado por venta de armas –¡ay los hijos¡-, y a Villepin le pide el fiscal 18 meses por denuncia falsa, y eso que quiere presentarse a Presidente en 2012. Y también Pasqua y Juppé y algún otro ministro más de aquellos años ¿Qué les pasa a los franceses? ¿Qué les quema? ¿Acaso viven en Daimiel?

Y considerando ese ardor telúrico, esa desazón de la entraña, por qué no invocan los jerarcas religiosos, ahora que le han cogido el gusto a la externalización de la culpa, a Noé, el protometereólogo, para que nos lance otro diluvio que se lleve a toda esa panda de chorizos, sin riesgo y con corbata, de Valencia, de Palma, de Santa Coloma, de Boadilla, de Pozuelo, de Barcelona, de Madrid, de Francia entera, de la Europa despreocupada, del mundo impasible. Que le valga ese chaparrón cósmico de ducha fría a Martínez Singul. Pero, por favor, que no apague esa lluvia liberadora las Tablas, que las fumarolas sigan anunciando que el infierno existe, que allí alguien vigila con su voz atiplada y sus greñas canosas al viento de sus decisiones. Que esas grietas incandescentes anuncien que el infierno les espera y tiene una madame con ropón y puñetas dispuesta a tomarles la matrícula.

A pesar de los excesos y engreimientos, por casi todo, gracias, Baltasar Garzón.

martes, 27 de octubre de 2009

Oro parece, plata no es

Decía un chiste viejo: Tras el golpe quedó como emocionado. Así me he quedado yo con el revuelo sobre las dos definiciones de gripe A. Para la definición operativa clínica de caso en la Comunidad de Madrid, el enfermo debe tener fiebre superior a 38 grados y al menos dos síntomas de infección respiratoria aguda (tos, goteo nasal, dolor de garganta, dificultad respiratoria, cefalea, dolor de músculos o malestar general). Si se acepta la de Vigilancia epidemiológica de casos humanos por infección por virus pandémico (H1N1) 2009: aparición súbita de los síntomas más, al menos, uno de estos cuatro síntomas generales (fiebre o febrícula, malestar general, cefalea o dolor muscular); más, al menos uno de estos tres síntomas respiratorios (tos, dolor de garganta, falta de aire) y la ausencia de otra sospecha diagnóstica. Consulten a su médico en qué se diferencia de la gripe de todos los inviernos. O pregúntenle a su madre, a ser posible a la de ustedes, no a la del médico, si les suena esa sintomatología.

Pero no dedicaré su preciado tiempo, ni mi estimable pluma –espero que no entiendan esto con doble sentido-, a la pesadez de la gripe porcina que perdió su bonito nombre por una letra, más o menos como gran parte de los españoles les está pasando por unas cuantas más.

No, queridos amigos, no, lo que me sorprende es que se organice el revuelo por disponer de dos definiciones de algo.

Por ejemplo, dimisión de la secretaría general no significa abandonar el cargo y dejar de ejercer como tal, significa ratificación y mención de honor. Es la anfibología de los vocablos en valenciano. Pero también vivimos en un Estado laico, esto es, el que retransmite por la primera cadena pública la misa del domingo, el que pone una Biblia frente a los ministros o en el que el Poder Judicial, hinca el hinojo ante un obispo el primer día. De esta forma el superlativo de laico es meapilas, aunque a ustedes les pueda parecer un contrasentido. Aquí el exégeta es Zapatero. Pero también el verbo bajar y su opuesto subir tienen versiones, así, prometer que el PP bajaría los impuestos, se convierte en subir el IBI, inventarse una tasa de basuras o no aplicar la Ley de Dependencia que de facto es una subida por incomparecencia del servicio. Estas interpretaciones son puramente madrileñas.

Pero hay muchas más, verbigracia, decir que Rajoy pone firme a Aguirre significa que Esperanza tienta, a manos llenas, los testículos de D. Mariano –lo de Don es por concederle algún atributo- y los retuerce convenientemente. ¿Y qué me dicen de la definición de millón de asistentes que coincide con unas 50.000 almas? Así se define el patrón manifestante de platino e iridio que se conserva en París ¿Y la de asesinato? Que de 1996 a 2004 era una cosa aceptable y después de 24 años se convierte en una barbarie insoportable. Y eso sin olvidar que lo que era herejía con los protestantes, lo que ha separado las dos iglesias cristianas más importantes, es ahora un largo camino ecuménico que el mismísimo Papa se apresta a recorrer. Lo que Lutero separó que no lo rejunte el hombre.

¿De verdad necesitan más ejemplos? Como me dirán que sí, ya supongo yo que significará que no, así que tengan ustedes un buen día. O malo, porque ¿quién sabe?

domingo, 25 de octubre de 2009

Camisas de 11M varas

Habrán visto hoy muchas fotos de Tomás Gómez, el lidereso del PSOE de Madrid. Habrán visto que también sale en los cromos David Lucas, el hermano de Carlos como bien contaba el chiste, ambos dos con camisita azul y americana negra –hay que honrar a Obama doblemente-, haciendo juego con su futuro en la Comunidad y en el Ayuntamiento. Como Gómez, además de candidato in péctore, es el pope del partido madrileño, luce camisa de marca. Guerra y sus

descamisados ya son historia. Se impone el revisionismo textil. ¡Viva el branding! Ahora no recuerdo si la marca es Rosa Luxemburgo, no, tenía una C, ¿quizá Clara Zetkin?, ¡ay!, déjenme un segundo que lo tengo en la punta de la historia, sí, ya, ya me sale: Carolina Herrera. Es que me lío con las iniciales. Lo malo es que Gómez se lía con las iniciativas, que, dónde va a parar, es bastante peor. Pero por algo se empieza. De momento por la camisa CH. Puro socialismo bolivariano.

Y si antes decía lidereso, no es porque albergue alguna duda sobre su orientación sexual –allá él y su contienda-, lo decía más bien por su desorientación, porque no sé si es líder o eso; quiero decir eso que ponen los partidos delante, pero que no guían a nadie, ni orientan las ideas, ni iluminan a las masas. Porque, si algo debe tener un líder, es cara de jefe y criterio. La cara ya la ven, de becario consultor de organización de firma española no multinacional, y el criterio ya lo han leído, de socio de consultora multinacional: yo te justifico cualquier cosa, si me pagas los honorarios debidos. Ética Enron.

Porque a ver si no es confuso el criterio de apoyar a Ignacio González para presidir Caja de Madrid, por muchos regalos que le haga Esperanza Aguirre -que va a cambiar el oso por una harpía en el logo de la segunda caja de ahorros-. Y es que aunque Aguirre te ofrezca tocar pelo, siempre debes pensar que es ella la que te lo va a tomar. Menuda es. Humildad Tomás, humildad. Aún nos queda Mercedes Lezcano, viuda de Adolfo Marsillach y diputada reciente: "Convendría que se diga que nos vamos a apartar de ese señor. Nadie va a aceptar que vayamos con gente de dudosa honorabilidad” para referirse al vicepresidente de la Comunidad de Madrid.

Para un completo repaso de las andanzas del señorito Gómez háganse con El País y disfruten con el resumen de cagadas -desaire víctimas del 11M incluido- del que fuera el alcalde más votado de España y ahora más centrado en el secreto de las secretarias. Para saber más de Nacho González, pídanle el dossier de los espías a Granados. Al fin y al cabo lo hemos pagado entre todos.

Yo les tengo que dejar ahora. He quedado con otras 500 ovejas para celebrar la Trashumancia en la Puerta del Sol. Ya saben el paso anual de rebaños por el centro de Madrid, para recordar a la nenaza Salgado que atavismos hay en todas partes. Hoy en día no hay ejercicio más revolucionario que llenar de cagarrutas la Carrera de San Jerónimo. ¡Churras del mundo uníos!

Y a las merinas que las den.