sábado, 18 de diciembre de 2010

25D

Empieza la Navidad; no me gusta dar malas noticias, y menos a primeras horas, pero así es, en nada da comienzo la Navidad. No me lo tengan a mal, es cosa del calendario. Espero que el día 25 les sea leve y no terminen discutiendo con su cónyuge, ni con sus hijos y menos con sus padres; sí, ya sé, que con los cuñados no hay otro remedio. Si algo tiene de bueno la Navidad es la posibilidad de sentarse en el puesto de montería y esperar pasar la pieza. Pobres jabalíes que decía Obelix.

Pero no desesperen, estas fiestas son un continuo ejercicio de decisión, jijona o alicante, besugo o pularda, belén o árbol, en este caso sin duda Belén, da igual María Belén o Ana Belén por ejemplo, a mí ya me valen. Y el árbol para mi perro.

Al final todo se queda en nada, que no está uno para juergas, y es que el espíritu de la Navidad no para por casa. Dicen que se le puede conjurar con velas, incienso y azahar para que venga desde Escandinavia que es por lo visto donde mora, pero hasta ahí podíamos llegar, llenar la casa de humos como si no fueran suficientes los pebeteros de los hermanos políticos. Hoy dejad fumar que estamos de fiesta, dicen, con ese uso tan particular y colectivizante de la primera persona plural. Llevan toda la vida fumando sea fiesta o no y no parece que quieran descansar en estas.

Y es que los cuñados son un poco como los hosteleros, pero sin restaurantes. Dicen estos últimos que antes de cerrar están dispuestos a incumplir la ley que nos librará a primeros de año, Pajín mediante, de los humos de otros. En ningún lugar se han cerrado restaurantes por ello, pero visto el estilo chuleta que preside España sin consecuencias, uno ya lo anticipa con amenazas. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco es responsable del 90% de las muertes por cáncer de pulmón; del 95% de las muertes por enfermedades pulmonar obstructiva crónica, del 50% de la mortalidad cardiovascular y del 30% de las muertes que producen cualquier tipo de cáncer. Ya es cansino repetirlo, pero da igual, erre que erre.

Lo utilizan para meterse con Zapatero, como si fueran necesarias muchas excusas para ello, que si el talante prohibicionista, que es una decisión de ministras sin cometidos, que es para tapar algo, motivo permanentemente utilizado para cualquier cosa, la última el asunto de Marta Domínguez, que para Ppons era una cortina de humo para tapar el asunto de los controladores, que a su vez lo era para lo de las últimas decisiones del Consejo de Ministros sobre los parados de larga duración. Dicen que uno de los detenidos fue entrenador de Rubalcaba cuando competía. ¿Se dan cuenta? Alguna que otra década ha debido pasar desde aquello, pero da igual, todo vale en el remolino de excrementos.

Para ilustrar el desdén a la libertad de ZP, aluden al cambio de máquinas de golosinas por el de condones en los colegios, ¿de verdad prefieren la obesidad a la protección? Gordos y enteros ¿puede uno creerse que esos acémilas sean nuestros conciudadanos? Y eso que Zapatero quiso quitar los anuncios de contactos, lo que debería alegrar a la moralidad colectiva. Aído se puso intensa y hablaba de esclavitud. A los editores de los periódicos les debió gustar lo justo, porque es una buenísima fuente de dinero en estos tiempos devueltos. Y una buena fuente de diversión. Me refiero a la literaria. A ver si no. Por ejemplo, universitarias liberales, ¿liberales? apartamento de lujo en barrio de Salamanca. Ah, quieren decir ultraliberales, neocons, entonces… ¿significa que harán algo con la mano invisible?

Otras te hacen también masaje prostático y una tal Tamara se declara adicta al masaje. Como un abogado es adicto a las demandas o un cirujano a las apendicectomías. Otra, Carmen, afirma ser manchega. Ignoramos si manchega curada, ya sea de espantos o desde el punto de vista venéreo. ¡Viva el nacionalismo de entrepierna!

Ya hablamos hace tiempo de la prostitución. Es un clásico. No quiero caer en la evidencia de que en estos tiempos no parece que sea el momento propicio, quizá porque justamente para muchas, casi todas las anunciantes, sea lo único que pueden hacer cuando no hay otra cosa. Pero también es lo más fácil y productivo. Dicen que es producto del neomachismo. Ponen un ismo y un prefijo grecolatino y creen que ya lo han entendido todo. Cuando había más trabajo y más pasta, los clubes estaban llenos. Unos gastaban más y otros lo ganaban: el intercambio capitalista. Dicen que es producto de la esclavitud de la trata de blancas. Seguro que en gran medida. Pero dejan de decir que es producto también del dinero fácil, que presentarse a unas oposiciones es más complicado y además luego el Estado chuleta te quita un 5%. Que diez horas sirviendo mesas te dejan las piernas llenas de varices y el estuchado de anchoas te aja las manos y no te llena los bolsillos. Niegan cualquier capacidad de decisión a la mujer. Quizá también es cuestión de voluntad. Messi nos contó en una ocasión que “una vez quise leer un libro y a la mitad no pude más”. Es lo que tiene estar acostumbrado a jugar con dos tiempos. Otro caso de escasa voluntad.

Si recuerdan, la película Patton empieza con una imagen del general sobre una enorme bandera de Estados Unidos. Toda la pantalla está ocupada por la bandera mientras George Patton señala que la guerra no la ganan los hijos de puta que mueren por la patria sino gracias a los hijos de puta que uno mata muriendo por la patria.

Patton reclamó e impuso una medalla al coronel reverendo de la unidad por escribir una oración que pedía a Dios una buena climatología para recibir apoyo logístico.

Juan Carlos le pidió al apóstol Santiago que “ilumine a nuestros políticos y responsables económicos y sociales para que sirvan con generosidad al interés general”. ¿Dónde estás Santiago? ¿Y tú Patton? ¿Quiénes son los hijos de puta en esta crisis? Pero no todo el mundo se hace estas preguntas. De hecho algunos solo tienen respuestas.

Como los nuevos empresarios que se excusaban el otro día para hacer unos contratos basura, no basura, digámoslo más claro, contratos de pura mierda. Mira guapa estás un mes a prueba solo con las comisiones, no te hacemos contrato, así puedes seguir cobrando el paro. ¿Les suena? Son esa gente de bien, son los que le llaman el inútil de la Moncloa y se pasan la vida en las TDT y en los foros fachas reclamando que se largue. Y lo explicaban en antena: qué hacemos si no hay otro remedio. Qué lástima no verles la cara al decir eso. ¿Para cuándo la radio en colores? Parecidos son los que trataban de entender a los controladores. Hombre tú qué harías si te bajaran el sueldo a la mitad y te hicieran trabajar a punta de pistola. Argumentación de primaria, si en primaria se argumentara algo. La perfecta justificación del asesinato, si alguien tiene que morir mejor que no seas tú, verdad. Cierto, ciertísimo. Y si no hay mujeres que te acepten, pues por qué no a la fuerza, y si eres débil y pobretón pues buscas una niña o una deficiente, el caso es que hay que resolver el problema, ya sea de la empresa, de la supervivencia o del escroto.

Pero al PSOE no le basta con el PP metiéndole el dedo en el ojo. Dice Javier Gómez Navarro que la decisión del Gobierno de eliminar la cuota cameral rompe un modelo que funciona desde hace 125 años. Gómez Navarro fue ministro socialista y ahora presidente del Consejo de Cámaras. Lástima de la abolición de la esclavitud, con lo bien que funcionaba y el bonito color que sacaban los mestizos. Hubo un tiempo en que este que les escribe recibió un requerimiento para pagar esa cuota a las Cámaras. Nunca las vi, nunca me ayudaron a nada, fueron durante años absolutamente transparentes para mi, pero pedían dinero, sin ni siquiera dar a cambio un calendario de aquellos de Artis Mutis o un carné de algunas Hermandades para aprovisionarse más barato. Nada, pedían pasta como un cura pedigüeño si ello no fuera redundante. Dice el ex ministro que no han sabido explicar su labor. Eso que se trajo del ministerio, el sonsonete de no sabemos comunicar. Pues si después de 125 años no han dado con la explicación, no parece terrible que les quiten el pago a tamaña incompetencia.

Y todo esto sin contar con los regalos de estas fechas. Les ayudaré. Pidan a los Reyes Magos o a Papa Noel que Rajoy no gane, que el PSOE encuentre un sustituto, que Camps se fugue con Esperanza Aguirre y huyan a una isla desierta y lejana, pidan que Alemania deje de hacer política interna y que el Senado de EE. UU. sea benévolo con Obama, pidan que ojalá podamos trabajar todos hasta los 67 años y cobrar una pensión digna, pidan que la banca devuelva las ayudas recibidas y que un solo controlador no gane lo mismo que toda la plantilla de un colegio. Pidan que sus hijos encuentren trabajo antes de los treinta y que Felipe y Letizia vayan cambiando de vocación. Con una colonia y unos calcetines ¡menudo 2011!

sábado, 11 de diciembre de 2010

Incontrolados

Tengo un amigo que se está volviendo loco. Era un ateo convencido pero la crisis, la mundial, la nacional y la personal le están haciendo naufragar. Ha dejado de ser ateo y empieza a estas alturas a aceptar el precepto bíblico de creced y multiplicaos. Con la L en el carné de identidad encara así la vida. No crean que es la L de conductor novel, es la L en romanos, de cincuentón perdido. Lo de la altura del 1,85 ya lo logró hace treinta años, pero ahora le ha dado por tener hijos. Excesivo como es y aprovechando las rebajas, dijo a la cigüeña, deme dos. Y dos le vienen. Llorarán por primera vez con Zapatero y se cagarán involuntariamente por última vez con Rajoy. Bueno, quizá con Rajoy nos caguemos todos. Incluso voluntariamente.



No contento con esto, mi amigo me recomienda que me dedique a la autoayuda. Claramente ha perdido el juicio. Con un currículo ejemplar de fracasos pedirme que explique a los demás cómo encontrar el sendero, al que se comió las miguitas, este chiflado le pide que encabece el camino. Y a estos tipos les dejan tener hijos.

Porque a mí lo que de verdad me gustaría es dar clases de chelo. Bien visto es parecido. De ofrecer consuelo a dar clases de chelo sólo hay un par de copas y unos bailes agarrao, así que mi orate amigo no está tan alejado, pero el problema estriba en que no sé tocarlo.

Ya sé que eso no suele ser un problema en nuestra España. Hablar de lo que no se sabe, comentar lo que no se entiende, recordar lo que no se ha vivido, no es óbice para labrarte un porvenir. Es más, en ocasiones es hasta necesario y forma parte del pedigrí del perfecto cantamañanas.



Y hablando de chansonniers du matin, habrán oído en esta semana de descontrol a Ppons recriminando a Zapatero que se oculte tras Rubalcaba y no dé la cara. ¡Hombre!, si ordenar un decreto de tal calibre es desaparecer, cuando se haga carne nos rapta a las mujeres, se bebe el vino y se come las peladillas. Y Ppons lo dice con la carita del ratón ese que acapara todo el queso que le roba al otro pesado que no para de preguntar por su trozo, con esa sonrisa de estar siempre en el secreto de todo y en la sapiencia de nada, como si él no diera la cara por Rajoy. ¿O es pensando en él mismo?

Ay Rajoy, varado en Lanzarote como una ballena blanca desorientada sin su mesa redonda y sin saber si respaldar al Estado o beberse a Ginebra embriagado de éxito, soportando salir en los telediarios en el aeropuerto con un diagnóstico masivo a sus espaldas: RETRASADO. No está bien que se lo digan a la cara y encima lo pongan en las pantallas. No sé… que utilicen otras palabras, discapacitado, lento, pero que llenen los monitores de letras mayúsculas con un simple juicio clínico me parece demasiado. ¡Qué va a ser el próximo presidente, si Aznar no lo remedia, por Dios! Y además el hombre ha ido a formarse. Sí, sí, no crean que aunque lo parezca, se lo sabe todo. Después de enterarse por wikileaks que Aznar puede regresar para salvarnos, ha decidido hacer un curso de vislumbrar el futuro. Y se ha ido a Lanzarote, a los Jameos del Agua, donde viven los cangrejos ciegos. ¿Puede haber mejor metáfora para el próximo presidente de la nación, que ir a entrever nuestro porvenir, al reino de unos seres ciegos y que andan hacia atrás? Pues es lo que hay.



Mientras tanto, en la aldea peninsular Pepe Blanco está despierto y critica a la sonrisa del PP arguyendo los principios de quita y Pons que mantienen los populares, que temen un sarpullido colosal si están de acuerdo alguna vez con el Gobierno. Pepiño sigue confesándose en la entrevista y ante la pregunta del plumilla de si pudieron dormir esa noche, contesta: Pues no. Honestamente no hemos dormido. ¿Qué quiere decir? ¿Qué sí durmieron, pero lo hicieron en pelota picada y todos revueltos? ¿Qué tuvieron pensamientos húmedos? ¿Qué se apuntó Dragó a la orgía? Este Blanco se lía un poco con la diccíon, quizá él diga dipción, quién sabe, y quizá también además de con la prosodia se haga un lío con la puntuación. Me indican que el periodista debió poner una coma para significar que iba a contar la verdad, honestamente, le confieso que… Y la pregunta estriba si en política se debe utilizar ese adverbio si no es bajo tortura. Pero para mejorar su ortografía, no dejen de leer Eats, shoots and leaves. Como ven lo digo en gibraltareño, toda una vida blanqueando dinero es lo que tiene. Cuenta la historia de un panda que ora come brotes y hojas, ora come, dispara y se larga, dependiendo de dónde pongan la coma, como bien habrán advertido ustedes, que se ríen tanto de Zapatero por no saber inglés en este país bilingüe hasta las cachas.


El caso es que el Zapatero más español, recurrió al ejército para contener a la panda, esta vez de los facinerosos que nos suelen vigilar cuando más alto estamos por la módica cantidad de 200.000 euros al año, cifra ya después de las rebajas, que antes era bastante más. Y encima en el convenio que plantean negociar quieren trabajar menos y cobrar más y encima prevén no saber inglés. Los más caros de Europa y los menos productivos, algunos de nuestros controladores no saben bien inglés, bicareful, bicareful, der ar a lot of erpleins in de erpor.

Y hablando de inglés, léanse lo que dicen los americanos en sus informes secretos del gobierno socialista. Yo creo que Wikileaks está patrocinado por Zapatero. El peor gobierno de la democracia para tanto mentecato pepero resulta que es para el vigía de Occidente digno de aprecio, convirtiendo en brillante y astuto al tonto solemne que etiquetó el reclinado Rajoy.

Pero volvamos a los semidioses de la navegación aérea. Aunque me encantó que el buen rollito y el talante se fueran por una vez de puente, te entristece que se tenga que llegar a esto, aunque me alegra que sea un socialista el que lo haga, porque en esta España reciente, siempre son los socialistas los que han hecho el trabajo sucio; dirán ustedes que “y la guerra también”, y dirán bien, pero para constituir las bases del desarrollo económico y social, la modernidad que nos llevó a Europa y nos catapultó, hubo unos enormes peajes que tuvimos que pagar, léase por ejemplo las reestructuraciones en sectores deficitarios y no competitivos, y esos cambios los tuvieron que realizar los socialistas. El milagro de Aznar y Rato privatizando las joyas de la corona y haciendo caja fue bastante más satisfactorio, sobre todo para sus compañeros de pupitre. El asunto de las pensiones con un horizonte tan lejano Zapatero podía haberlo cedido a los siguientes. Era un asunto incómodo, pero no lo eludió.

Y ahora ha sido de nuevo un socialista el que ha tenido que utilizar un procedimiento excepcional para resolver un problema de señoritos, en parte creado por una administración conservadora en 1999, entre Arias Salgado y Álvarez Cascos, y que han pensado que con este gobierno en pulmón de acero constante recuperarían sus privilegios. Aunque estos tiparracos se quejan y lloran, me subyuga la paradoja de tener más de 4 millones de personas buscando trabajo y que las fuerzas militares obliguen con el poder de las armas a trabajar a dos mil y pico pájaros que no se encuentran en condiciones. Un representante acongojado de los controladores se queja de la fecha escogida por el Gobierno para el decreto. ¿Es idiocia o un morro descomunal lo de este tipo? Ah, que coincide con las quejas del PP. Ya veo.

Y de imbecilidad absoluta puede calificarse el follón que se ha organizado porque el Barcelona llegara tarde a jugar un partido de fútbol en Pamplona. En el país de la impuntualidad nos hacemos sietes en el traje por una tardanza en el día del retraso final. Y casi a la altura de la absurdidad están las palabras de Guardiola que dice que viene de allá arriba, que vienen de un país llamado Cataluña, que estamos allí…



De futbol todo pero de geografía lo justo ¿sabrá que Pamplona está un poco más arriba que Barcelona? ¿presumen ahora de escandinavos? Quizá es que el federalismo asimétrico es de los hemisferios. Cerebrales.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Por el mar corren las liebres

El otro día me fui en metro a trabajar. Ahora lo hago a menudo y dejo la moto, con el saludable fin de regresar andando y matar, al menos herir, dos pájaros de un tiro: volver presto a las cuadras y realizar el necesario ejercicio que calcine tanto pecado que almaceno. El caso es que uno deja la calle marcando el cero, ese ni frío ni calor del chiste, y se mete en el horno subterráneo de los 25 grados, mezcla de calefacción forzada y calor animal. Fuera chaquetón, fuera jersey, fuera bufanda, fuera felicidad y venga sudoración, lista para ser congelada unas cuantas paradas después, cuando esta mona se vuelve a vestir de seda para afrontar de nuevo el frío polar de Madrid y alegrarle la vida a los microorganismos que nos pueblan y que les encantan estos cambios de temperatura. Mientras dura ese tránsito del frío al calor y vuelta, suelo cotillear lo que leen los demás. Lo intento con los pensamientos pero me ruborizo fácilmente, así que me conformo con los lomos plegados. No es fácil porque muchos llevan los libros forrados como en el colegio, pero otros se curran los periódicos gratuitos y siempre que puedo les echo un ojo. El día de referencia, el diario 20minutos preguntaba a un médico sobre la influencia de la soja en el control del cáncer de próstata entre otras cosas, como por ejemplo si es buena la jalea real para las infecciones, vamos las típicas cuestiones de la versión gratuita de Investigación y Ciencia. El galeno utilizó en el texto varias veces eso de bueno… en realidad es una leyenda urbana. Quizá se refería a que en la ciudad somos idiotas y el medio rural controla perfectamente la comprobación de hipótesis y la falsación de las teorías científicas, pero quizá simplemente quisiera decir que no había evidencias indiscutibles que dieran lugar a mantener esas bobadas. Si mi madre viviera diría a ese médico que eso de las leyendas urbanas te lo has aprendido un jueves y por eso repite que simples creencias son eso que él llama leyendas urbanas. Éstas, para que así lo sean, deben tener, como se dice ahora, un relato y una complejidad mayor. Una leyenda urbana debe ser una historia, un suceso nunca acontecido que se cuenta como sí hubiera sucedido, incluso aportando datos o la propia presencia. ¿Quién no tiene un conocido, o uno mismo incluso, que dice haber asistido mientras esperaba en las urgencias de un hospital al paso de una mujer enganchada a un perro y no precisamente por la correa? La semana pasada una compañera de mi cobijo laboral sostenía que la mahonesa se cortaba si estaba con la regla. ¿Sicilia, 1920? ¡No! Madrid, 2010. ¿Se dan cuenta? Una licenciada en Económicas repetía las bobadas de su abuela, haciéndolas propias y asumiendo la causa. Me imagino que ella antes estaba en Lehman Brothers o en el FMI aplicando los mismos conocimientos y supercherías. Así nos fue.

Ustedes pensarán que exagero. Que casi todo el mundo distingue la verdad de la mentira. Quizá ustedes no hayan recibido mensajes para múltiples niños con cáncer que requieren una larga cadena de correos electrónicos, o antes de tarjetas de visita para salvarse, o no leyeron la carta de García Márquez despidiéndose de sus amigos por una terrible enfermedad o la maravillosa historia de mi juventud en la que había que guardar el precinto de los paquetes de tabaco porque cuando tuvieras un kilo de aquellos celofanes te daban una silla de ruedas. Ya me hubiera gustado en aquellos tiempos cambiar el tabaco por pastillas ultrafuertes de mentol de las que cuentan que elevan la felación al nirvana al ser ingeridas por la aplicante. La versión solitaria haría uso del Vicks vaporub. Qué le vamos a hacer.

Más cercano tenemos la historia de que Irak tenía armas de destrucción masiva. Tres ex seres humanos se empeñaron en ello, a pesar de que los expertos que mandaron nunca encontraron nada. Tan seguros como que no se pueden regar las macetas con la menstruación o que se te corta si te lavas la cabeza, bombardearon el país y lo invadieron. No encontraron nada, pero ahora se piropean los unos a los otros y se llaman visionarios y hombres de estado. Lo que fue una leyenda urbana se hizo catástrofe mundial y se dio por cierto. Que no encontráramos nada no quiere decir que no lo hubiera y en todo caso, es lo que había que hacer, quizá nos equivocamos de excusa, pero en modo alguno de propósito. Ahora las autoestopistas fantasmas conducen nuestros coches y Walt Disney duerme en nuestra nevera. Y todos tan contentos. Si el antiguo borracho dice que no bebe, con la credibilidad que tiene debe pasarse unos fines de semana de aúpa. El otro cambió de religión a medio camino vital y el tercero sigue empeñado en propagar y desmentir que no se acuesta y preña mujeres mucho más altas que él. Más altas moralmente quiero decir.

Pero luego están las mentiras absolutas, esas que no se cree nadie y que uno no entiende como se acepta su publicación. Por ejemplo, ¿quién se va a creer que Diaz Ferrán, prohombre de la patronal se diera de alta en su propia empresa para cobrar un finiquito de 20.000 euros? ¿Quién va a dar crédito a la afirmación de que Estados Unidos espía a todo el mundo, pide análisis psiquiátricos de jefes de Estado o seguimientos de los más altos dignatarios de las Naciones Unidas, colabora en el derrocamiento de líderes en América Latina o que tortura a prisioneros? ¿Quién puede creer eso? ¿Quién puede dar por bueno que Papas, Cardenales, Obispos han ido colectiva e individualmente callando las innumerables pruebas de pederastia existente en su seno y que para evitar los escándalos, pagaron las indemnizaciones con los óbolos de sus feligreses? ¿Quién puede creer que alguien se venda por un reloj, por un bolso, o por tres trajes? ¿Por qué a uno no le puede tocar la lotería siempre que quiera? ¿No basta acaso la suerte? ¿Cómo se puede dar credibilidad a todas esas patrañas? O más difícil aún de creer, ¿cómo puede uno pretender que en la España que iba bien unos catetos alumnos de Jesús Gil, docente refinado y sofisticado donde los haya, como Marisol Yagüe, Julián Muñoz y su novia Isabel Pantoja y su esposa Maite Zaldívar, Pedro Román, José Antonio Roca y así hasta casi un centenar incluyendo empresarios y abogados, puedan organizar la mayor red de blanqueo de capitales del país siendo imputados por cohecho, malversación de caudales públicos, prevaricación, tráfico de influencias, en lo que se conoce como el caso Malaya? ¿Quién en su sano juicio puede dar por bueno esto? Paparruchas, todo esto es como la soja y la próstata, puras leyendas urbanísticas.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Pulso

Los controladores echan un pulso a Zapatero por prohibir los anuncios de contactos en los que se anunciaban sus madres.



Al menos es eso me ha parecido entender, pero con tanto lío.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Bloomsday amb tomàquet

Irlanda ha cambiado la formulación de isla que aprendimos de pequeños: a saber, porción de tierra rodeada de agua por todas partes menos por una. Ahora ya es una porción rodeada de agua por todas partes. Irlanda se hunde. O la hunden, que tanto da. Pero siendo un país tan euroescéptico no sé a qué narices viene pedir pasta al continente cuando las cosas se complican. Vamos cómo si te encuentras a Benedicto en un pub y te dice ¿no tendrás un condón por ahí, verdad? Un poquito de seriedad y menos morro. Y es que el continente somos nosotros. Y anda que son cuatro perras las que piden. Y eso sin hablar de las medidas de ajuste que parece necesita. Fumigarse a 25000 funcionarios y subir el IVA al 24%, ahora dicen que al 23. Nuestro ZP lo hizo al 18 y no despidió a nadie y se lo quisieron comer, imagínense al veintitantos. Y esas cifras pónganlas en contexto. Son 25000 funcionarios para un total de 4,5 millones de habitantes. Menos que mis conciudadanos de Madrid. Y piensen lo que es subir un impuesto indirecto y no progresivo, para los adalides del neoliberalismo ese de poquito estado y menos confiscación. La maravilla celta como paradigma del buen hacer de la que presumía Aguirre y cía. Lo de CIA lo digo con minúsculas no crean. Miren lo que dijo: Sin embargo, hoy, en 2006, Irlanda es el país más rico de la Unión Europea, tras Luxemburgo. Hasta el punto de que Irlanda, que desde el siglo XIX siempre había sido un país de emigrantes, se ha convertido en país de acogida de inmigrantes. Y este milagro económico tuvo su origen en políticas liberales. Es decir, en las bajadas de impuestos, en los recortes del gasto público, en el equilibrio presupuestario, en la liberalización de la economía y en la apertura a las inversiones extranjeras y al comercio internacional. Cagada pastoret! Parece que el modelo neoprenoliberal se ha hundido irremisiblemente. Lo que no quiere decir que no nos lo sigan aplicando de por vida.


Por otro lado, en Corea están entornando cada vez más los ojos. Moscú de los nervios y Tokio haciéndose cruces, mientras Obama riega cada día los enanos de su política internacional para que le sigan creciendo.

Y entre todo este mogollón, de pronto surge Montilla, que ha oído lo del riesgo país y ha decidido atajarlo. No tenía el Corominas al lado y lo ha debido entender mal. En los hoteles hay que incluir en el desayuno productos de proximidad. ¿Vuelve la rapiña? No, se refiere al pan y tomatito para decirlo en la lengua del imperio. Y todo ello en un decreto oficial. Con la que le está cayendo y él preocupado con el almuerzo, para que digan luego de los funcionarios. Nada de desayuno continental clásico, legislemos el desayuno regional y hagamos país. Llevo décadas viajando a Barcelona, desde que pasé allí más de un año haciendo el servicio militar cuando la tierra aún estaba caliente. Un inciso para los más jóvenes y menos leídos. El servicio militar era una especie de Erasmus patrio entre tíos no necesariamente universitarios, comandados por otros tíos necesariamente no universitarios, en dónde aprendías a buscar retretes limpios con una extraña habilidad, discontinuabas tus habituales normas de aseo, perdías el tiempo de forma miserable y si no habías salido antes de tu pueblo, tenías la posibilidad de conocer el mar y hacerte un hombre. O te hacían, que todo podía suceder.

Bueno pues en tantos viajes, encontrar en los hoteles butifarra blanca y negra, pan de payés, tomate, aceite de Lérida y demás productos de la tierra, era lo habitual. Cuando soldado tenías que advertir que no querías el tomate que se aplicaba por defecto como el agua helada en los Estados Unidos al sentarte a comer. Ahora parece necesario reglamentarlo para darte las cuatro estrellas. Y no contento Montilla con esto, se inventa un par de categorías más: el cuatro estrellas superior y el cinco estrellas gran lujo. ¿Por qué vamos a tener en España un criterio único para los hoteles? Total, el turismo es un sector prácticamente irrelevante en nuestra economía, las arbitrariedades por tanto son caprichitos que poco importan. Puestos, por qué no quitar las estrellas y poner barretinas. Así se llamaba el bareto de mi cuartel que era el Hospital Militar de Barcelona: Bar Retina. Ustedes pensarán que estaba atendido por oftalmólogos, pues no, nada que ver. Esto último tampoco lo entienden los militares. Pero bueno esto solo lo sabemos los que hemos hecho el Erasmus cuartelero, así que no insistiré.

Las estrellas vendrán dadas por los servicios en lugar de por los metros cuadrados, alegan. En parte ya era así, otra cosa es que la clasificación hubiera que cambiarla, pero pudiendo liarla en cada comunidad autónoma, ¿por qué buscar un criterio unificado?, incluso con Europa, para que los viajeros globalizados sepamos a qué atenernos. Así las cadenas hoteleras tendrán hoteles similares en servicios y en tamaño por toda España pero con diferentes calificaciones. Es lo que tiene pasar la frontera de España al Estado. Excepcional.

Pero de comentar la bobada del Honorable Montilla a ponerse intenso como la Conselleria de Turismo de la Generalitat Valenciana hay un trecho, ya que han asegurado que el decreto aprobado por el gobierno catalán "atenta contra la libre competencia" y es "contrario a las directivas de alojamiento de la Unión Europea".


Tampoco es eso amiguito del alma, que deberíamos hablar de muchas cosas, compañero Camps, del alma compañero. Quizá sí lo sea que el presidente de una institución financiera como Caja Madrid, en el momento que están viviendo las cajas se vaya a hacer campaña del PP a Cataluña. Creo que estamos al cabo de la calle sobre la ideología del señor Rato, pero quizá debiera utilizar su tiempo en otras cosas. A lo mejor me deja que le haga la agenda.

Pero de todas formas sí que entristece que con la vara que nos han dado con el Estatuto catalán, con la de años que llevamos abriendo los noticiarios con la dichosa asimetría, que si el pre, que si el durante, no les digo con el post, que si Zapatero prometió, que lo que votan los catalanes no lo separe el hombre y más admoniciones cuatribarradas y llega el momento de tomar posiciones respecto de la sentencia y del mismo modelo autonómico y ambos desaparecen de los discursos. Y se quedan con los videos. El PP lanza un videojuego que persigue emigrantes ilegales. Montserrat Nebrera, exPP, sale en toalla de felpa después de un largo orgasmo, entiendo que fingido y posiblemente vicario. Laporta se anuncia mediante María Lapiedra actriz porno y cantante porno también, dada la obscenidad estética, hasta el letrista es porno, por no haber estudiado algo quiero decir. Las juventudes de CiU muestran un ladrón vestido de bandera española que roba la cartera a un ciudadano catalán que termina atrapándolo por detrás. Las juventudes socialistas promueven el voto con una mujer en éxtasis gozoso. ¿Qué les pasa a estos catalanes con el sexo? Son más verdes que la propia Erin. Déjenme pensar. Ya sé. Ahora entiendo la razón de Montilla para poner en el desayuno tomate triturado y aceite en lugar de mantequilla: la evitación de la tentación untuosa de su último tango.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Castigo Divino

Dios me quiere castigar. Me persigue con infartos y atropellos. Hasta me hace vivir en Madrid con alcaldes como Gallardón y presidentas como Madam Espoir. Mi Dios es del Antiguo Testamento. Vengativo, cruel, terrible. Al menos es viril, en esta sociedad un poco afeminada. Mi Dios no ceja. Insiste en mandarme pensamientos impuros e ideologías trasnochadas. ¿No se podía haber contentado con un buen golpe de coche a mi moto y un par de meses de dique seco? No está mal que un provecto vejestorio dé vueltas por el aire porque un niñato de los de o-sea-lo-siento-ya-sabes-lo-que-quiero-decir se meta por una prohibida. Pues no, nada de eso. Ahí te va tu crisis coronaria con su infarto y su canesú correspondiente. Puñadito de pastillas día y noche, dieta de vegano aburrido y a desgastar suelas mirando al frente. ¿Podía haberle bastado, verdad? Pues no. Este Dios ancestral de plagas y sacrificios quiere más. En su omnipotencia me podía haber mandado a Luxemburgo con una renta per cápita maravillosa, o en versión barata me podía haber destinado a Vitoria o a Gerona, quizá Palma. Pero qué coño. Tú a Madrid. Pero hombre Madrid es una faena. Ahí está uno de derechas disfrazado de enfant terrible, de culto redomado, de esperanza blanca o quizá ya, más bien canosa. Listo y educado, sí, pero va a lo suyo y es un cabezón olímpico. Y además dicen que se pierde por los polvos… a ver sí no el porqué de tanta obra y tanta remodelación. Y encima se lleva fatal con su presidenta. No me extraña porque ella va de ultraliberal, ya saben esos del estado chiquitito, pero tipo Vaticano, muy beato, con mucho espía y mucho descontrol financiero. Y ella ejerciendo de papisa. Y todo lo contrario al alcalde, maleducada, inculta, teatrera. Él jamás osaría salir con calcetines blancos y ella los hace traje regional. Así que Dios me mandó aquí.

Tengo que reconocer que es un Dios vengador y feroz, pero también misericordioso. Me dejó escoger entre Madrid y Valencia. Y se lo agradezco. Todo tiene un límite.

Para lo insignificante que soy debería bastar con esto. ¡Qué va!

Ahora bonito te vas a comer el marrón de los pensamientos impuros, el deseo, el apetito sexual que te haga la vida imposible. ¡Pero si estoy muy mayor! Ahí está el castigo, tonto del haba. Si tuvieras veinte años no tendría gracia, la tortura es a los cincuenta, que más adelante ya ni ves y la cosa tiene menos gracia. Ahora te queda la expectativa.

¡Se dan cuenta que tengo un Dios con argumentos! Un Dios cognicionista. Y dicho y hecho, venga a mandarme odaliscas a la corteza prefrontal. Te las pone por todos lados, en tus paseos, en los transportes públicos, en los comercios de dependientas, la municipal que te multa, la jueza que te corrige, ¡ay! la médica que te explora. Este Dios se inventa modas aterradoras como ésta de los leotardos sin falda ni pantalones, o las viste con pantalones de sordomuda, o shorts más cortos que un Celta o las apresta de amazona con botas para que relinches sin control. Hasta da créditos para pagar unas tetas nuevas a plazos. Y no contento con todo ello, hace que tu mujer encoja en edad y se exceda en voluptuosidad, interrumpe sus cumpleaños y fuerza los tuyos, la hace que cada día esté más guapa, más lista, más cariñosa, y recupera el peor castigo bíblico: ¡desearás a tu propia mujer!

Mi Dios convierte la existencia en un infierno.

Usted pensará que algo habré hecho. No lo niego. Todo lo que he podido. ¿Pero acaso merezco este castigo de vivir en Madrid entre orondas féminas con una cordialidad precaria y unos tobillos deformes?

Pues no acaba aquí la cosa. Mi Dios es insaciable y me hace de izquierdas, encima de esta izquierda blandita y acomplejada. Mira que podía haberme hecho de derechas. Ni un complejo, el argumentario vital sencillo tipo ¡pues anda que tú!, cuatro lecturas superficiales y mucha devoción. Te vistes como todos con tu uniforme, tus corbatas de colores sólidos, tus pulseritas, tu pantalón con vuelta y repeinao pa’ tras y listo. Más castigo hubiera sido hacerme intelectual de la derecha. Pero Dios también tiene sus limitaciones y eso no es fácil. También podía haberme hecho de Izquierda Unida, en donde se gana el cielo simplemente escuchando a Cayo Lara. ¡No me digan que no tiene delito el Tema de Lara! Esto Cayo no lo entenderá, porque estaba labrando su porvenir en lugar de leer a Boris Pasternak, pero bueno, uno puede pasar por intelectual aguerrido si vota a Izquierda Unida. O por loco resistente.
Pues no, viene Dios y te dice tú te haces de los pedorros socialdemócratas. Pero eso es lo peor, Dios mío. Habértelo currado mejor en la transición ¡que tienes años para ello!

Y así me va. Cardiópata, multitraumatizado, madrileño y salido. Y como guinda tengo que votar al PSOE. Sí, este de las pensiones inexplicables, de los retirados impuestos de patrimonio, de los crucifijos por doquier, de las leyes que pueden esperar, los del mantenimiento del concordato, estos que prefieren barrer el desierto que defender a sus habitantes, que nombran meapilas para el Supremo, que pasan la vida desdiciéndose, rectificándose o prediciendo lo que jamás sucede.
Así me trata mi Dios. Pero ya saben que el Altísimo aprieta pero no ahoga. Si hubiera sido malvado de verdad me hubiera hecho de UPyD, arquitecto en Valencia, o lo que es peor, pedagogo en cualquier otro sitio, que eso ya son palabras mayores.

sábado, 13 de noviembre de 2010

El puente de los suspiros

Aprovechando que en Madrid se celebraba, de forma incomprensible, una festividad religiosa, me largué un par de días. Y con la suerte que me caracteriza el vórtice me llevó directamente a Venecia. Quizá era evidente y sabido, ya que Almudena, la patrona de Madrid por parte de madre, significa ciudad pequeña y puestos a hacer puente, dónde mejor que en Venecia. T4, Marco Polo, bus acuático y ¡zas! unos spaghetti vongole se rinden ante mí.


La lluvia y el frío hicieron que abandonase por unos instantes el digestivo paseo por esas calles intrincadas y dejara de perderme en un urbanismo demente y me acomodara en mi hotel a ver qué sucedía en el mundo. Cambiar la humedad gélida del siglo XV por el mullido confort del XXI me sedujo de inmediato. Huyendo a golpe de mando remoto de las emisoras italianas, caigo en TVE, que me ofrece de sopetón el regreso a las mazmorras de los dux, que me devuelve sin preámbulos a las lóbregas calles de bandidos embozados y buscavidas de ala ancha. Allí están los representantes de las dos instituciones quizá más perniciosas para la humanidad y sin quizá, las más usurpadoras de la libertad y el destino escogido: Juan Carlos y Benedicto: la monarquía y la Iglesia, de la mano. Uno disfrazado de ciudadano y el otro de madridista travestido; juntos los dos, chick to chick, diciéndose cosas que ya sabemos porque ya nos las han contado, asistiendo al profesional crujido de rótulas de Sofía, eco mayor del que horas antes hizo Letizia con la misma genuflexión ensayada en tierras gallegas.


Y aún aterido por el frío y mojado por la lluvia, asisto al detalle de la visita que desgrana la televisión, diciendo que España necesita una reevangelización. No lo entiendo. Será el cansancio. Miro en google a ver qué es eso de reevangelizar y dice que es inyectar botox a la historia sagrada; más o menos…, no me hagan caso que cito de memoria. Televisión Española sigue en directo subrayando los mensajes. ¿Pero no habían quitado la publicidad? Cuentan que el Papa dice que viene como peregrino. ¿Peregrino? En un Airbus 320, con mogollón de tropa a su lado, sin carné para sellar. No puede ser. Miro de nuevo en Internet. Ver la tele va a acabar con mi saldo. El DRAE dice que peregrino significa: Dicho de un ave: Que pasa de un lugar a otro. De un ave… ¿Y de un pájaro? …quizá sea lo mismo.

La periodista tan muerta de frío como yo, pero mucho más despeinada, recuerda que el pastor alemán, ha dicho que “en España ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un secularismo fuerte y agresivo como se vio en la década de los años treinta". Creerán ustedes que antes le habían quemado el papamóvil o le habían roto la foto de su sexy secretario, pero no. Le habían tratado a cuerpo de rey, no le habían recordado el apoyo absoluto, mayestático, a Franco en esas épocas que él cita, no le habían sacado los millares de casos de pederastia que directa o indirectamente ha encubierto, no le han dicho, como por supuesto hubieran hecho con el cubano Raúl Castro, que el Vaticano es una dictadura desde la noche de los tiempos, que no respeta los derechos de los hombres y de las mujeres ni hablamos, y que como bien dice Savater es una Arabia Saudí decorada por Miguel Ángel. Nada de eso le dijeron. No le recordaron la connivencia con el nazismo durante esos años que ahora recuerda oprobiosos, sus delitos financieros perennes, su fiscalidad regalada, las hogueras seculares contra el progreso, nada comentaron de la indecencia de la prohibición de los preservativos, del boato en el que vive la curia, de sus intrigas y manejos. Se le acogió con el dinero de todos los españoles, creyentes o no, para que nos dijera que ha creado un dicasterio para salvarnos. ¿No lo echaban en falta? Pues para nosotros solos, españoles y europeos en otra cruzada de redención.

No sé si pasaron unos minutos o unos segundos, desconozco la duración del tránsito, pero como la dormición de la virgen, me abandoné un instante para pensar que todo aquello no era posible, que debía volver a las callejuelas de Venecia lloviese o tronase.

Y me encontré en esas vías anegadas, oscuras y frías de las ciudades que solemos llamar cloacas. Lugares lúgubres poblados de ratas, leyendas y misterios infundados, por donde discurre eso que no queremos para nosotros, aquello que nos sobra o nos repugna, y de lo que apenas podemos distanciarnos un par de metros bajo nuestros pies, colectivizándolo para hacerlo aceptable por unanimidad.

A veces esas cloacas emergen, se abren a la ciudad y al mundo, se hacen navegables y reclamo de turistas y, perdiendo su condición de sentina, se convierten en canales admirables donde arrullarse los unos y los otros sobre inestables góndolas.


Dicen que en los días de verano, aquellos en los que la luz es más poderosa y cegadora, se pierde el ensalmo y el olor los iguala y los acerca, advirtiéndonos de su común origen.
En otras ocasiones el mar devastador borra las veredas acuáticas en sus crecidas adueñándose de empedrados, calles y plazas, haciendo imposible el discernimiento entre mar y tierra, entre pecado y virtud.

Y así es Venecia, una metáfora cabal en esta semana de ciclogénesis explosiva, en la que coinciden las vergüenzas con los resabios, las mentiras con los recuerdos, oriente con occidente, la vileza y la hipocresía.
Quizá fueron los cuernos que Casanova procuró a diestro y siniestro, los que horadaron esas alcantarillas hasta Florencia, ciudad que nos abrasa el alma y donde se confunde el bien con el mal, el Estado con la Iglesia, el fin con los medios, y quizá fueron aquellas mismas deslealtades incestuosas que adornaron antaño la villa, esos contubernios maquiavélicos los que hicieron avanzar los albañales hasta Roma, por aquello de que todos los caminos llevan a Roma pero todas las cloacas convergen en el Vaticano.

Me desperté de nuevo o volví al sueño. Ya era incapaz de distinguir si era yo o Segismundo el que leía las declaraciones de Felipe González. No sabía si era el vaporetto o los efluvios de una tisana los que me nublaban la vista. Pude decir sí pero dije que no. Otra vez de nuevo el ying y el yang, el orto y el ocaso.


Y el atroz viento que hacía me trajo recuerdos de lo que decía entonces la iglesia vasca y toda aquella otra basca talar española y lo que decían tus amigos sobre aquel particular. ¿Recuerdan que la principal queja es que eran unos chapuceros? ¿No les suena que el problema era haberse dejado pillar, haber secuestrado por error? Hace 20 años cuando todos estábamos hartos, alguien pudo decidir saltarse las reglas y volar aquella panda por los aires. Pío, pío, que yo no he sido. ¿Y si las reglas fueran otras? Y si lo correcto, lo moral, lo ético, lo oportuno, fuera arrancar a aquellos tipos de una vez por todas de nuestras vidas, arrancarles de cuajo aquellas muertes que ya sabemos perpetraron.

Pregunto ¿estuvo bien cargarse a Carrero? Si se hubiera podido ¿hubiera estado bien matar de un tiro en la frente a Franco? ¿Ponemos Hitler, Stalin, Bin Laden, Amin Dada? Hoy estoy que lo tiro, señale usted su propio hijo de puta, que es gratis. No contesten que se les va a cortar el desayuno. O piensen muy rápido con el cerebro pequeño ¿o lo pequeño era la boca? Y digan eso de que el estado de derecho, bla, bla, bla, que si se combate la pena de muerte es para bla, bla, bla, que no se puede actuar como ellos, bla, bla, bla.

Pero no contesten, ni se expliquen. Siéntanse reinas por un día, pónganse la diadema de la ética, de la justicia, del recto proceder. Hagan como Benedicto y finjan ingenuidad. Lean lo que dice el PP, con un poco de primperán mejor, o lo que dice Cayo Lara, que desconoce hasta la historia de su propio partido fundador. Lean a Pedro José Ramírez y a todos los hijos de este santón menor. Siéntanse mejor con ustedes mismos. Pero sobre todo recuerden lo que pensaban, ni siquiera lo que decían, lo que pensaban ustedes en aquellos años bárbaros si tienen la edad suficiente para haberlo hecho. Si son más jóvenes, dejen el periódico y léanse a Vargas Llosa. Que el Congo está suficientemente lejos como para no tener que darle tantas vueltas a lo íntimamente cercano. O salgan a la calle a empaparse los coturnos con el acqua alta de la responsabilidad, con las mareas de la atroz transición, y no miren abajo, crean que flotan por el Gran Canal, aunque deberían tener la convicción plena de que están buceando en la mismísima mierda de nuestra historia.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Navajita plateá de Ockham

A estas alturas del siglo y de la historia, la enseñanza se siente seducida por las tecnologías. Ahora se han puesto a adorar al proyecto Escuela 2.0. No se engañen no quiere decir que la Escuela vaya dos goles por delante, es la inercia de las nomenclaturas que terminan queriéndose parecer para decir todas lo mismo y dejar de significar alguna cosa.

Como ejemplo de vanguardia un reciente artículo de El País, nos introduce en un mundo de ciencia ficción: un alumno acaba un trabajo de sociales en casa y lo envía directamente al correo electrónico del profesor. Un programa corrige automáticamente los cuestionarios de verdadero o falso. El docente entra en clase y, en lugar de pedir que se abra el libro por la cuarta lectura, solicita a los niños que enciendan los ordenadores portátiles. No sé si serán capaces de entender la complejidad del asunto, quizá sea demasiado moderno para nosotros los cincuentones desconectados, incluso para aquellos que leyeron a Asimov o vieron la serie de Carl Sagan, este derroche de tecnología puede apabullarlos. ¡Negroponte nos salve!

Este proyecto ofrece a los infantes de primaria y ESO, miniportátiles, pizarras digitales e Internet. Se teme que aún quede mucho para que los profesores estén realmente preparados para sacarle todo el provecho a las nuevas herramientas. ¿Nuevas? Correo electrónico, plantillas de corrección, ordenadores ¿es realmente moderno? El correo electrónico era nuevo en 1995 cuando conseguí mi primera dirección electrónica aunque era difícilmente compartible, eran tiempos en los que hablábamos en baudios, el modem hacía ruidos y el comercio electrónico se verificaba mediante Ibertext; hace unos 30 años Osborne ya ofrecía un portátil con pinta de máquina de coser y los ancianísimos Spectrum no eran mayores que un netbook aunque necesitaban monitor externo. De las tarjetas perforadas mejor ni hablamos. Dicen que hay docentes que temen los problemas de averías por el uso de los equipos o el tiempo que supone preparar el aula. Vamos, como quedarse sin tiza o que haya desaparecido el borrador pero en moderno.

Creo que se me están perdiendo ¿o era me se? Bueno da igual, los correctores ortográficos, que los carga el diablo, me sacarán del atolladero ¡automáticamente!

Un director de instituto nos lo aclara. Pidió a sus alumnos de 1º de ESO que trajeran una canción para debatir. Jaimito llevó la serie completa en DVD de Canción triste de Hill Street, pero no valía. Se aceptó Jueves de La oreja de Van Gogh. Tras el debate se vio que los niños entendían aquello como una historia de amor, desconociendo que se basaba en el ataque terrorista del 11M de 2004. El profesor mandó a los niños buscar en internet información sobre el atentado, videos, artículos de prensa, blogs. El periodista o el director concluyen que los chavales aprendieron por sí mismos lo que sucedió cuando eran aún más pequeños.

Pero ¿Quién verificó las fuentes en las que bebieron esos pequeños indocumentados? ¿Se vieron los videos de Intereconomía? ¿se aprendieron las declaraciones de Acebes, de Aznar, de Zaplana, del gobierno entero? Papá, por qué mintieron ¿Leyeron El Mundo o La Razón? Papá, qué es periodismo de investigación ¿Valoraron las implicaciones sociales y políticas de aquello? Papá, que es un gobierno por accidente ¿O fueron más allá y se hicieron con los millares de folios de la instrucción y la posterior sentencia terminando confundidos por las tertulias de doctos intervinientes comentándola? Papá, cómo se construye la historia.

Hace otros treinta años para algunas amigas de un servidor, me refiero a mí mismo, no a la madre de todos los ordenadores, aquella canción titulada La quiero a morir de Francis Cabrel hablaba de la Virgen. Como recordarán ustedes, en realidad trataba de la droga, pero para aquellas pequeñas beatas cuadraba más con la inmaculada concepción que con el caballo. Había diferentes tipos de heroínas en aquellos tiempos.

No me quiero poner triste, ya les dije que a Jaimito le invalidaron la serie de Furillo, pero ¿qué diferencia hay entre pedir que te traigan una canción –bajada ilegalmente of course- o te copien con lápiz una poesía como hacíamos hace cuarenta años? ¿qué entiende un niño cuando lee al octavo mes ríes con cinco azahares, con cinco diminutas ferocidades, con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes? ¿Optamos por La Oreja o Miguel Hernández? ¿En qué se diferencian? Quizá en que ahora tenemos Google y antes teníamos un profesor. Y el arbolé con sus cuatro hojitas baila también. Quizá dios Google les cuente que Jueves, esa canción, se basó en la matanza de Atocha, la segunda, pero quizá un profesor sepa explicarles que es una historia de amor, porque a los nueve años esa canción es simplemente eso y quizá ahí deba quedar al igual que los Cranberries y su famoso Zombie hablando del IRA y del Alzamiento de Pascua de hace un siglo, no se leyó principalmente en clave independentista.

Pero estábamos con la Escuela 2.0. Algunos lo consideran como un objetivo utópico. No sé si este adjetivo está fuera de lugar. Afirman que por sí solos no solucionan nada. En Valencia y en Madrid no está implantado porque dicen que la pantalla de los ordenadores es muy pequeña. ¡Este jodío Zapatero recortando también las pantallas! Mientras los niños quedan a merced del grafito ahora que estamos en la era del grafeno, que antigualla, tener que pensar cuando los algoritmos te lo dan hecho, hasta el punto que la máquina piensa por ti, te corrige y te recomienda ¿Quiso usted decir…? Seguramente sí, yo qué sé lo que quise decir, para eso estás tú máquina estúpida.

Alberto Corazón, el grafista, ya dijo hace un montón de años, que el ordenador era una herramienta para visualizar, nunca para conceptualizar. Estos profesores con tanto frenesí por las nuevas tecnologías tendrán los mismos niños liándola parda en las aulas, porque cuando uno no quiere, igual da un encerado verde, que una pizarra interactiva y cuando el maestro no es capaz de suministrar ideas, da igual que se escriban en letra inglesa con tiza, que con un puntero o el dedo mismo.

La enseñanza de idiomas asistida por ordenador lleva varios lustros desarrollada, pero choca con el esfuerzo que hay que hacer, no es un problema tecnológico. Qué duda cabe que es más fácil entender la circulación pulmonar con infografía dinámica que pintando con tizas de colores, que la ayuda para explicar como pasamos de la pangea a los actuales continentes puede ser fenomenal, pero en absoluto ayuda a calcular cuando se cruzarán los trenes A y B de los problemas de física, proyectar en 3D la imagen del AVE Madrid Valencia que en diciembre nos va a acercar un poco más.

Y luego está el asunto de la formación de los profesores en tecnología que por lo visto es manifiestamente mejorable. Me pregunto cuantos discriminan wireless de bluetooth, o de wifi, si distinguen TFT, de HDMI, FAT32, PDF u OSX, cuantos son capaces de manejar una hoja de cálculo o diseñar una base de datos, o más difícil todavía, cuantos son capaces de realizar una presentación en Powerpoint, sin mil colores, cien tipos de letra diferentes y multitud de transiciones estrambóticas, dejando, sencillamente, solo unas cuantas ideas brillantes.

Y el no va más, cuantos leen diariamente un periódico, cuantos son capaces de comunicarse en inglés, o se meten entre cuerpo y espalda más de diez libros al año o cuarenta películas de cine. Tecnologías que tienen a cuestas, como poco, más de un siglo. Sencillas, accesibles y baratas. Y es que cuando me explicaron el principio de parsimonia no existían los ordenadores.

sábado, 30 de octubre de 2010

El botarate que susurraba a las niñas

Las putas te dicen que eres lo más grande. Te aseguran que eres el mejor amante que han tenido. Te hacen sentir bien. Mienten, claro, pero te hacen sentir bien. Me gusta más mi mujer que las putas, pero con ellas, me gusto yo mismo.

Pueden quedarse con el ¡oh! infantil de ha dicho puta o darle alguna vuelta. Ya sé que es demasiado temprano para meditar sobre algo que no sea suizo o croissant, pero piensen en el papel balsámico de la mentira, incluso de la mentira evidente, pillada, aceptada, deseada. Recapaciten sobre el elogio y la adulación, sobre el refuerzo y la recompensa.


La referencia inicial en cuestión, viene de la serie Hung, aquí creo que traducida como Superdotado. Una serie breve, intensa, de esas de las que nadie comenta, porque hablan de sexo para raros. Y no me refiero a la gente del PP que apuntó Rubalcaba por esa genética concupiscente con la que se explayan y que tanto ha molestado a algunos. Hablo de sexo para raros, esos que hablan después de o leen después de, incluso escriben durante, porque el sexo es más que Dios, porque no sólo es el principio y fin de todas las cosas, es la esencia imaginada, el intermedio esperanzado, es el desatino y el acierto, el narcótico y el placebo. Pero eso ya lo saben ustedes. Eso, y mucho más. Además es sábado, no lo olviden esta noche.

Luego están los graciosos, esos que se las dan de polvos tántricos de muchas horas y muchos orgasmos, aunque luego en Japón los llamen trenes bala; cuentan que se lo hacen con niñas y luego dicen que no tanto, que eran correturnos con más trienios que un subteniente. Dragó es ese tipo que se pone como ejemplo del quinto o sexto decimal a la hora de hacer cálculos con millones, los auditores lo llaman insustancial, pero yo prefiero llamarlo despreciable; forma parte de esa hornada de botarates cultos, taquipsíquicos y verborreicos que despuntaron hace veinte o treinta años, los mismos que llevamos aguantándolos en tertulias y presentaciones varias. De unos años para acá se han ornado las ideas con la aceptación a modo de coartada, de que dan lo mismo los unos que los otros, y como nuestra derecha autóctona está bastante huera de materia gris, compra en saldos y da cobijo a estos ancianos terribles para que epaten al proleta que el burgués bastante tiene con lo suyo. Así nos los encontramos en emisoras amigas opinando atravesadamente, en las televisiones autonómicas en diferentes papeles, en centros artísticos de todo tipo, en observatorios ciudadanos de objetos inciertos y actividades nulas, escribiendo columnas en pasquines afines o presentándose unos a otros en una endogamia Cinexin, el morro sin fin. La tesis es siempre la misma, a este Gobierno no hay por dónde cogerlo, y con ella se orlan de intelectualidad independiente a la vez que hacen el caldo gordo a los Telemadrid o Canal Nou de turno, porque la crítica al Gobierno es siempre al central y nunca al regional que les paga.

La historia la conocen, nuestro samurái literario dice que mientras una de las niñas de trece años iba al váter la otra se lo trajinaba, y, o la nena estaba estreñida, o el señor Sánchez se dragaba con una rapidez más propia de otros cometidos. Así nuestro sogún vicioso se convertía en simple tamagochi. Quizá eran ellas, que ya por aquel entonces le repetían, ¡acaba de una vez por Dios! Y es que Dragó siempre ha sido un pesado.

Ahora cuenta que donde dijo Alatriste dice Alicaída, que fuese y no hubo nada. No hay razones para creer sus procacidades y no creer sus arrepentimientos. Simplemente se confirma que mintió. Antes o ahora. De forma vanidosa para presumir de ser el primer turista sexual o ahora para escurrir el bulto, esperando que entiendan esto como frase hecha y no como enjugar el paquete. Quizá mintió las dos veces, entonces exagerando el encuentro y ahora mostrando arrepentimiento, pero también ha podido proclamar en ambas ocasiones la verdad, lo hizo entonces y lo justifica ahora, en otro caso ¿a qué viene lo de sacar a relucir el Código Civil y tantas excusas si no hay caso?

Se apoya en Nabokov y Lolita y en Umbral y sus nínfulas para exculparse, como si decir bala fuera lo mismo que matar o pronunciar pan quitara el hambre. Dragó quiso que entendiéramos una cosa y ahora quiere que dejemos de entenderla. Historias de cazadores. Con Reverte, eso sí que es ser un mierda.

Pero nada hubiera sido si no llega la defensa de Aguirre, ya saben la Harold Bloom hispana, con su inagotable conocimiento de la literatura universal para recordarnos que Gabo es reprobable y que Henry Miller se paso varios trópicos escribiendo guarradas. "La historia de la literatura está plagada de actos absolutamente reprobables, por citar sólo algunos, Gabriel García Márquez, Henry Miller, Jaime Gil de Biedma. ¿Y qué pasa, que hay que quemar esos libros como si fuéramos torquemadas? O mejor, ¿quemamos a los autores? Si hubiera hecho propaganda o apología de un delito alguien en la televisión pública evidentemente que no, pero la literatura es eso, literatura" Quizá doña Esperanza crea que en realidad fue el propio Shakespeare quien desfloró a Julieta, o el mismísimo Cervantes quien cabalgó a Rocinante. Y quizá sea así, la magia de Sara Mago, la genial autora, puede obrar milagros.

A un especialista en Japón como él se cree, se le debería recomendar el harakiri cuando cuenta con tan poca gracia algo tan poco gracioso como tirarse a una adolescente. Dice que lo relató durante muchos años en su círculo. Que sus amigos se lo demanden. Dice que fueron ellas y es lo que tiene ser tan irresistible. Les pidió el teléfono, llamó y era falso, nos cuenta ahora. Encima pagafantas.



La única salida honrosa es el seppuku, el destripamiento con una espada. Ya lo hizo el vigoréxico Mishima antes de que se le corrompiera definitivamente el ángel y sobre todo Emilio Salgari que culminó, con una larga tradición familiar, y tras un intento fallido, su suicidio a navajazos después de encerrar a su mujer, pretendidamente ninfómana y a la que contagió la sífilis, en un manicomio. Eso sí que eran aventuras y no las de este cantamañanas asaltacunas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Nunca pasa nada

Lógicamente esta semana es obligado hablar del tiempo. ¡Qué frío, verdad! Porque no ha pasado nada reseñable salvo el triunfo del Madrid al Milan, el rechazo de medio millón de euros de un tal Fran a una cadena televisiva para hablar de su ex esposa preLOGSE y poco más. Porque el movidón de la gasofa en Francia nos viene bien, que crucen La Junquera o Irún a abastecerse y sanseacabó, tipo servicios sanitarios de Portugal pero esta vez cobrando. Y lo de Obama pues tampoco nada, llama a su esposa Zumosol y se arregla todo con un té y unas pastas, aunque quizá el problema es ese. Pero qué frío hace, ¿no es cierto? Y mucho menos relevante el casi medio millón de puestos públicos que Cameron que se lleva la corriente se va a fumigar en el Reino Unido. Porque vamos a ver, no me dirán que el asunto de los presupuestos les interesa algo. El estatuto de Guerni…caso, eso a quién le importa que dice Alaska, y esos fueros que caen como una lapa histórica sobre el resto de españoles, sembrando de envidia a catalanes históricos e historicistas y aspirantes kosovistas varios. Eso de los presupuestos y las preceptivas concesiones a los nacionalistas son bobadas que sólo valen para que Rajoy cheslón proteste una vez más y se tenga la sensación de oposición pertinaz. Qué biruji, como sigamos así va a nevar. Pero qué quieren, la política nacional no da para más. Así la empresa de refrescos de la fórmula secreta –como si supiéramos cuál es la de la tónica Schweppes o la del Trinarajus, ha organizado un congreso de la felicidad. Qué superhappy. Al mundo entero quiero dar… se me ocurre una guarrada, quizá pueda aspirar a alcalde vallisoletano. Cada día soy más soez y eso que no pronuncio la P.

Y bueno quizá haya sido algo de mención estos remiendos que ha hecho Zapatero que tan mal le parecen a Rajoy que como se dice en castizo no le cabe en el culo ni el bigote de una gamba. Si hombre, lo del cambio de Gobierno.

Bueno pues parece ser Zapatitos, Bambi, el tonto solemne, ha revolucionado la semana siendo más Rossi que nunca, quizá el color, quizá el motorista, chi lo sa?. Se fumiga un ya peso muerto como Teresa Fernández de la Vega y a Moratinos que pasaba por allí. Y degrada a dos ministras sin peso. No está mal el descalabro. Premia a Lady Trini, que por fin va a hacer de lo suyo, patadita en el culo a Leire despejándola del partido para que saque los córneres de la falta de atribuciones ministeriales, unge a Rosa Aguilar para santificar su socialdemocracia con una comunista cristiana ma non troppo y se trae al manifestante Valeriano Gómez a defender la ley contra la que se manifestaba. Un exacto ejemplo de oxímoron mucho mejor que silencio ensordecedor. Pero el plato fuerte es el de Rubalcaba y Jáuregui. Mucho más mediático el primero, pero interesantísimo el segundo y una enorme oportunidad de ver jugar a Messi y a Ronaldo en el mismo equipo.

Por supuesto que lo bonito son las entretelas de todo ello. Explicarle a Moratinos que busque destino, o hacer lo mismo con Elena Espinosa, debe producir cierto resquemor. Decirle a Corredor y a Aído que ganarán algo más pero que su jefa a partir de ahora será Leire Pajín no debió ser fácil, si lo del homo homini lupus es cierto, si el hombre es un lobo para el hombre, imagínense entre féminas. Esto lo digo por aprovecharme de la falta de paridad en el Gobierno. ¿No lo huelen ya? Vuelve el hombre. Aunque cuando uno es inteligente los testículos pasan desapercibidos. El paquete se debe marcar en la cabeza. Y es lo menos que debe hacer la ideología heredera de la ilustración. Sapere aude.

Porque al otro lado del río, en la margen derecha las cosas no siempre son así. A ver si no. Dice León de la Riva, el Alcalde de Valladolid y médico personal, léase ginecólogo, de Ana Botella, la esposísima, que la recién nombrada Leire Pajín "Va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y va a ser la alegría de la huerta", añadiendo: "Cada vez que la veo esa carita y esos morritos pienso lo mismo pero no lo voy a decir" Y Mick Jagger sin saber que los sueños húmedos, por lo del Pisuerga, del señor León simpatizan con el diablo de sus belfos. Ahora nos explicamos esos Sticky Fingers, esos dedos pegajosos con los que te da la mano este munícipe exiliado en el Paseo de Zorrilla que su mente calenturienta seguro confunde con una proveedora personal en lugar del dramaturgo paisano. Pero luego se disculpó. Y eso está bien. Vayan por delante las mías. Menudo cerdo eres señor León.

Dice PPons que cuando él estaba en la facultad, Rubalcaba ya estaba en el Gobierno y ahora, que está su hijo, Rubalcaba sigue en el gobierno representando la renovación cuando significa lo retro. Dejando a un lado la envidia cochina de la sonrisa de España –por Dios que se me va otra vez el ministerio-, habrá que recordarle que bastante antes, Manuel Fraga estaba en los gobiernos del dictador Franco, esos en los que se firmaban penas de muerte, y ahora ese mismo Manuel Fraga es presidente de honor del Partido Popular. Fíjense qué gran honor.

El caso es que después de tanta economía, después de seguir las reglas neoliberales que preconizan que la política no existe, que sólo los mercados importan, después de que los que nos arruinaron, nos hayan pedido dinero para mantener su estatus y sus bonus, y no se cansen de repetirnos cómo debemos hacer para salir del pozo en el que nos metieron, después de tanta atolondrada agencia de calificación jugando con las letras, vuelve por fin la política y esta vez, encima, arropada con inteligencia, con brillantez, con explicación y argumento, con texto y no solo pretexto. Esa bendita política tiene que suponer igualdad, justicia, conciencia moral y solidaria, construcción de un Estado participativo y responsable. La política, además de la brillantez y la diplomacia –sus herramientas esenciales-, debe reconquistar la honestidad y el bien social, hacer digna la vida y encomiable el progreso –sus objetivos obligados-.

Uno escucha a Zapatero y a Rubalcaba y no digamos a Felipe y advierte que con esas manos movidas horizontalmente, con esos encogimientos de hombros, con esa lentitud expositiva, pretendidamente didáctica, no se va a ningún sitio salvo para revolcar una y otra vez a Sarita Rajoy Montiel que fumando espera. Uno recuerda al mesmerizante González o escucha más frecuentemente al brillante Rubalcaba y Zapatero se aleja en ese universo en continua expansión, pero de pronto este monolingüe presidente se mira internamente con esos ojos azules, y de esa zarca introspección se advierte necesitado y tiene el coraje suficiente como para decirle a ese orgullo propio de mandamás hay que hacer algo, quizá era ese el cueste lo que cueste que pronunció hace pocas lunas, y acepta perder protagonismo para dárselo a otro. Justamente lo que le faltó a Aznar cuando escogió a Rajoy, temeroso de la brillantez de Rato que a buen seguro lo eclipsaría, todo antes de que supieran que mentirían tanto y tantas veces y perdieran las elecciones y se oscurecerían todos juntos y a la vez. Zapatero ha demostrado que es más que capaz de pasar del rock&roll al vals, de tentarte el culo en una lambada a rozarte tenuemente los dedos en un rigodón sin pestañear.

Sólo había que mirar las caras de Pío García Escudero, del camarada Arenas y miss Cospedal hablando entre dientes del nuevo gobierno. Ahora temen una entrega de las armas de ETA en la plaza del pueblo, hacen cávalas por el retraso del despertar económico, porque ahora están a punto de bailar el electoral y aciago tango ese de Volver, que dice que quince puntos no es nada, que febril la mirada, con un dulce recuerdo que lloro otra vez.

sábado, 16 de octubre de 2010

Agnus Dei qui TALIS peccata mundi…

La portavoz de Defensa del PP en el Congreso dice que no se puede gobernar un país sin haber ido a los toros. Esta diputada hace el comentario tras la bronca a Zapatero durante la Fiesta Nacional del pasado día 12. ¿Advierten la relación? Si tuviera Blackberry escribiría jeje, pero no. Va a ser que no, por decirlo en neoespañol. Pero eso de la gobernanza de albero me intranquiliza, voy por el quinto tratado de teoría política y que no lo encuentro, mire usted. Empiezo ahora por el Cossío a ver si hay más suerte. Beatriz Rodríguez-Salmones, que así se llama nuestra prócer taurina afirma, o eructa, no sé muy bien, que El español grita mucho más que los europeos. No es salvajismo, es una forma de expresión. Como comer con los dedos y limpiarse con la manga, pura expresividad carpetovetónica. ¡Más bebida, mesonera!


Alguna vez deberemos reconocer que somos un país de maleducados. Quitaron los carteles de prohibido escupir, pero hemos logrado que sobreviva el gargajo. Las micciones en la vía pública estuvieron a punto de sucumbir, pero un grupo de fornidos muchachos resistentes lograron su regreso. Cuando llamamos indiscriminadamente asesino a Aznar, cuando quemamos fotos del Rey o nos acordamos de la madre de Zapatero no estamos dando lo mejor de un país que presume de su nivel de educación y que cree que tiene entre terciopelos una generación de presuntos genios dispuestos a dar la campanada en cuanto este gobierno deje de arruinarnos la vida, porque qué duda cabe de que la culpa es de Zapatero y esa panda de mediocres que ha puesto para sobresalir entre ellos. Espero que les suene el argumento, por lo que no voy a insistir. Pero utilizar las últimas tecnologías telemáticas y sociales para reunirse a llamar hijo de puta a un presidente de Gobierno, no nos debería dejar indiferentes, por mucho que se le odie. Paseen por foros de forma indiscriminada y lean los mensajes que se intercambian. No hablo ya de construcciones sintácticas, el uso de yuxtapuestas, subordinadas y florituras varias. No digo yo el usar más de 500 palabras para expresarse, ni siquiera ordenar las ideas para que el otro pueda entender. Los acentos no existen, el verbo haber se conjuga casi siempre con V y sin H, los participios regulares pierden la D y la locución o sea la escriben sistemáticamente en una sola palabra. Hablamos con soltura de las últimas aplicaciones para el móvil, de los más complejos procedimientos para rastrear nuestros pasos, para encontrar lo perdido, para cuantificar lo inexistente, lo contamos en Facebook, en Tweeter, en Faceter o en Tweebook, en ese escaparate fantástico de embobados anónimos y sin duda fronterizos, pero somos incapaces de comportarnos, de entender, de argumentar y razonar, de expresarnos y pensar.



Y sobre esto de la enseñanza quiero abundar unos minutos.

Después de tanto tiempo diciéndolo, ahora los gobernantes se han dado cuenta de que la clave reside en la educación. Después del desastre patrio del informe PISA, y teniendo que reconocer que nuestra producción genética era de zoquetes de tomo y lomo, para salvar el honor, han tenido a bien valorar las condiciones de aprendizaje y la influencia de los profesores. Un diez con matrícula de honor al tipo que junto ambas ideas. El nuevo informe ya sabrán que se llama TALIS. En él han participado 23 países. El resto hace causa común con ese 10% de dentistas que recomienda los chicles con azúcar.

En todo caso Alemania no está, ni Francia, ni Reino Unido ni Japón ni Estados Unidos, así que nos compararemos con Portugal o Italia.

Para no aburrirles con los detalles técnicos sepan que se entrevistaron a 90000 profesores de unos 200 centros escolares de cada país. Un porrón en el sistema imperial.

TALIS no mide los resultados del aprendizaje de los estudiantes, sino que busca qué características conforman el aprendizaje eficaz, básicamente, el grado de confianza que tienen los profesores en sí mismos de cara a los retos educativos y el clima disciplinario dentro del aula. Ahora se constata que uno de cada cuatro profesores pierde un tercio de su tiempo lectivo por la conducta perturbadora de los estudiantes o por el papeleo.

Han sido necesarios treinta años al menos para que se nos advierta que cuando los profesores perciben que su trabajo obtiene respuesta, mayor es su confianza en su capacidad para enfrentarse a los retos de la enseñanza. Y digo treinta años porque son los pasados desde la publicación de Indefensión de Seligman, en donde expone con modelos biológicos el papel de las expectativas, el aprendizaje de que nuestras respuestas son inefectivas en un intento de construir un modelo de adquisición de la depresión. Pero todos sospechábamos, ya antes de Seligman, que cuando se nos hace caso, se nos escucha, las cosas suelen ir mejor.

Curiosamente, o no tanto, la “ideología” contamina las apreciaciones. Si el profesor cree que los alumnos son participantes activos en el proceso de adquisición de conocimientos, informan sobre un ambiente más positivo en clase. Si por el contrario son de los de transmisión directa del conocimiento informan de un ambiente negativo. Tanto los constructivistas, con clara mayoría femenina, como los de transmisión directa mantienen su convicción sobre sus sistemas y en su propia eficacia. Erre que erre, que dice el refrán.

El 33% de los profesores trabaja en un centro en el que el director considera que sus docentes no están cualificados. Tres cuartas partes de los profesores informan que los más eficaces no reciben reconocimientos importantes y que el director no toma medidas para reducir los ingresos de profesores con un rendimiento inferior a lo normal o no despide a profesores a causa de un bajo rendimiento permanente.

Otra de los aspectos más reseñables del estudio TALIS es el análisis que hace de los estilos de dirección. Aunque analiza cinco aspectos de la conducta de los directores, se explicitan dos estilos bien diferenciados aunque no excluyentes. Existe una dirección educativa que pretende apoyar o mejorar la formación de los profesores y fijar los objetivos curriculares del centro y una dirección administrativa que se apoya más en el control de las cuentas y en el manejo de los procedimientos administrativos. Como resulta evidente ambos estilos son necesarios para el buen funcionamiento de los centros. Pues bien en España tenemos de las puntuaciones más bajas en ambos. Como el chiste, aquel de qué es peor para la empresa, le preguntan a su consejero delegado, si la indolencia o la ignorancia. Ni lo sé, ni me importa, respondió. Quizá era Díaz Ferrán. Pues en la enseñanza en España las cosas van por ahí.

El estudio pone de relieve también el desequilibrio de sexos en los docentes. No quiero decir que existan asimetrías morfológicas que requieran corrección quirúrgica, señalo que la mayoría de los profesores son mujeres con una media del 70%, advirtiéndose la cojera de modelos de rol, según dice el estudio para aquellos adolescentes despistados.

Del mismo modo se ve el envejecimiento de los profesores. El porcentaje de mayores de 50 años duplica al de menores de 30. Siendo una profesión estable, un gran porcentaje tiene una o dos décadas de servicio, pero a la vez concurren los contratos de un año o menos en los recién contratados. En breve, en breves en neoespañol, el sistema tendrá que afrontar jubilaciones masivas como en el caso de los médicos.

Recientemente interrogaba a un catedrático de universidad amigo sobre la productividad de los profesores. Antes de que terminara me dijo que se medía en sexenios. Tienes que publicar determinado número de artículos en revistas de cierto renombre que controlen el impacto de los mismos por decirlo en corto. En realidad es la forma administrativa de control de la remuneración. Pero lo que yo le quería preguntar era si había estudios que compararan la productividad entre los profesores de las universidades presenciales y las no presenciales. En estas últimas, la UNED como paradigma, los profesores tienen una carga docente prácticamente inexistente, mientras que para las otras es al menos del 30% de su tiempo laboral. Ello debería suponer que la cantidad, sino la calidad, investigadora de las no presenciales debería ser un 30% mayor. Seguro que el sexenio vale lo mismo. Nadie lo sabe y a nadie le importa.

El caso es que los docentes no quieren ni oír hablar de control. En Portugal montaron un pollo para 100.000 profesores y no fue menor en otros lugares. El asunto de la evaluación de los profesores colea desde antiguo. Incluso los sindicatos parecen estar medio de acuerdo y digo medio porque dicen que NO se debe vincular a los resultados de los alumnos y NO deben tener efecto sobre las condiciones de trabajo. Esto es, verifiquemos la puntualidad de los trenes de RENFE pero no miremos el reloj y en el caso inverosímil de que concluyamos que llegan con retraso culpemos a Zapatero, últimamente buen sustituto del maestro armero, pero en modo alguno toquemos a nadie de RENFE. Igual de cierto que en ocasiones, los imponderables pueden retrasar un tren, no lo es menos que hay circunstancias ajenas al profesor que explican los resultados en los alumnos, clase social, educación parental, sexo, edad, pero si la influencia del profesor fuera nula, habría que plantearse su presencia. Los diseños experimentales permiten aislar variables, de forma que algo se pueda decir de lo que está sucediendo, máxime cuando es una tarea que se alarga durante años, en diferentes grupos, etc., al menos se puede intentar.

La realidad es que somos el segundo país en impuntualidad y el cuarto en absentismo. Nuestros centros son escasamente evaluados y de serlo poco importa ya sea en lo positivo como en lo negativo. Los sindicatos, otra vez, deberían decir si están por el desarrollo del país en su conjunto o en la defensa gremial de sus cotizantes.

Finalizo, en el informe español se pone a pie de página la siguiente advertencia:
Nota: En este informe cuando se habla de “profesores”, “directores”…debe entenderse en sentido genérico como “profesoras y profesores”, “directoras y directores”…, salvo en aquellos casos en los que por el contexto se deduzca una referencia exclusivamente al sexo masculino.
Sin duda la explicación/el esclarecimiento era necesaria/necesario para que ustedes hombres y mujeres no muy listos/listas entendieran el sentido/la idea exacto/exacta de estas/estos palabras/mensajes sucintas/sucintos que hoy les traigo. Uff, y sin una arroba. Pero, eso sí, con cierto arrobo.

sábado, 2 de octubre de 2010

Intransigiendo

El Real Madrid es pitado por el público por jugar en largo desde la portería; cambia e intenta salir en corto y al pie con escaso éxito ante la presión del Español. Futbol asambleario. Camps y Alarte se encaman y apoyan a varios alcaldes de la Comunidad Valenciana que se vienen a Madrid a montar una manifestación frente al Ministerio de Industria por el almacén de desechos radioactivos de Zarra. Populismo de barraca. El transfuguismo en Benidorm se acepta como una nueva vía de legitimación. Maquiavelismo para los que no leyeron El Príncipe ni vieron la película. Se convoca un paro total para que salga regular, ni muy bien, ni muy mal. Una huelga general que se quede en teniente coronel.

Comportamientos irreflexivos, brindis al sol, intrigas y motines recorren España más que algunos fantasmas trasnochados solían en Europa. La tentación de agradar es muy superior a la de pensar en lo correcto, la falta de ideas y de reflexión se ocultan tras la motricidad expansiva y artificiosa, la justificación del si ellos aceptan trajes por qué no puedo yo quedarme con una Rebequita, marca estilo y se implanta como sistema de gobierno, se adueña de nuestros usos arrinconando aquellas que considerábamos buenas prácticas y que han perecido como los fluviales cangrejos autóctonos bajo la presión del crustáceo gringo invasor de la aceptación pasiva, de la renuncia voluntaria.

El otro día respondía en otro sitio sobre la intransigencia. ¡Qué mala prensa tiene esa palabra! Quizá consecuencia de esa historia cercana, mamada durante años de falta de libertad, de catecismos de todo tipo, de moralinas y decálogos para hacernos gente de bien. Y lejos de pretender hacer un elogio de la misma, ya que un elemento clave de la intransigencia es la falta de seso, sí quiero transitar por su envés: la transigencia. Porque en esa bifaz, en este mundo dicotómico, digital y monocromático, de unos y ceros y blancos y negros, no queda otro espacio para lo difuso, lo entreverado por decirlo en términos para mi prohibidos y absolutamente ibéricos, no queda resquicio a las alternativas, a lo tangencial, únicamente queda el frente y el perfil de la ficha policial que no tolera el más artístico escorzo, porque donde esté el orden que se quite la ambigüedad.

Puede suponerse que la transigencia recibe invertidos cada uno de los valores inmorales y negativos de su imagen especular, ennobleciéndose al asumir esos atributos en perfecto orden de revista, asumiendo la parte positiva de cada continuo categórico. Así, si se construye la intransigencia con fanatismo, beligerancia, obcecación, burla burlando se edifica la transigencia con apertura de miras, comprensión y flexibilidad. ¡Esta palabra sí que mola!

Porque ser transigente es lo más. Es progresista, es juvenil, es moderno, es tolerante, inteligente, sostenible, diversificado, proactivo, incluso psicoprofiláctico y afroasiático. Un tampax de actitud que vale para todo, que enorgullece al que así se le adjetiva y que envilece a quienes merecen su odiosa versión Mr. Hyde.

Pero la transigencia también es indolencia, palabra que no está desacreditada, simplemente desconocida o confundida, así la transigencia viste muchas veces los ropajes de la cobardía, de la falta de integridad, del mirar hacia otro lado. Desatender las obligaciones de uno, ya como individuo, ya como miembro de una colectividad, es una felonía hacia unos valores más arraigados que los toros o los achicharrados correbous, una traición a unos ideales más antiguos que Ceuta y Melilla. Cada vez más se impone eso de que el que venga detrás que arree. Esa falta de solidaridad se acuna cada noche en la aceptación ¿transigencia? de los sistemas bárbaros impuestos. Transigimos con la renovación anual de libros de texto, ¡hasta de los diccionarios! asombrosamente incapaces de enseñar de un año para otro, transigimos con la destrucción de la escuela pública y de la estrictamente privada, para beneficiar el modelo concertado, básicamente religioso… y como ya saben, tan transigente. Transigimos con retrasos de nueve meses en ecografías, con pasos de cebra bloqueados por coches, con aceras pobladas de bicicletas que te apremian con el timbre, transigimos con restaurantes y bares que no cumplen las leyes antitabaco, transigimos con una justicia de moviola estropeada, con los enormes gastos de las televisiones autonómicas, con la corrupción que se da por buena. Transigimos en su momento a la barbarie terrorista porque a veces el fin lo merece, eso nos parecía aunque aquel fin fue sólo el principio. Y transigimos con las construcciones a pie de playa, con las tarifas eléctricas, con las irregulares instalaciones solares, con los contratos laborales ilegales renovados durante años, con los endeudamientos municipales aberrantes.

Transigencia hubo en la concesión de hipotecas basura, en el apalancamiento empresarial de embaucadores, hubo transigencia por parte de las autoridades reguladoras, de las cúpulas bancarias, de la sociedad misma. Transigencia hubo con los curas pederastas ¿hay alguno que no haya metido mano a un niño? Y la hubo por parte del Papa, de los obispos, la absoluta incuria de la Curia pontificia. Transigencia hubo en los pactos de no intervención de Francia e Inglaterra en los inicios de nuestra Guerra Civil. Transigencia hubo con la entrega de los Sudestes poco antes de la II GM. Universal transigencia existe hacia el hambre en el mundo, ante las chulerías de los grandes, ante los presupuestos de defensa, a veces más bien de ataque.

Nos hemos pasado la vida transigiendo y dice más bien poco de nosotros mismos, nos confundimos en calificarnos de enrollados porque “aceptamos” esas cosas de los demás. Por ejemplo hablar mal de la huelga del pasado miércoles es de fachas. Ser crítico con la oportunidad, efecto, modelo o lo que sea que esta huelga permita, cause o anteceda es impresentable para un progresista. Por eso hay que transigir con que unos cuantos caigan en la trampa de Aguirre y sus mínimos imposibles y bloqueen el derecho de los demás supeditándolo al suyo propio. Por eso hay que evitar el sonrojo al oír eso de piquetes de la libertad que parecen destinados a cruzar las amplias alamedas pero se quedan secuestrando autobuses en sus cocheras. Y hay que transigir con el papel de los sindicatos en estas tres últimas décadas. Porque lo que tenemos ahora no es una ocurrencia de Zapatero, ni sus planes urgentes de contención para que nos sigan fiando, ni es culpa estricta de Zapatero la tasa de paro. Ni siquiera quiero señalar a UGT o a Comisiones, hablo del sindicalismo europeo, que ha estado en otro sitio mientras se iba carcomiendo el Estado del bienestar. Qué hicieron los sindicatos mientras cedíamos al derroche, al lujo, al crecimiento sin fin, dónde estaban mientras nos cargábamos ley a ley, curso a curso la educación española, que hacían cuando en la construcción corría a manos llenas el dinero negro, también para los obreros, hacia dónde miran mientras se privatiza la sanidad en Madrid. Qué soluciones aportaron los sindicatos para evitar que nuestra cifra de desempleo de los mejores años, los de superávit, doblara la europea. Qué alternativas plantearon al inicio de aquella crisis no reconocida y que ha terminado por llevarse a España, a Europa y al mundo por delante. Qué han dicho los sindicatos sobre productividad y absentismo.

Transigir es quedarse con las soflamas de los mítines y la imagen de unos casquillos de bala teatralmente expuestos ante las cámaras y no armarse de paciencia y buscar la solución para una vejez mucho más amplia y mucho más cara de sostener incompatible con el sistema actual de pensiones. Transigir es aceptar las torpes explicaciones sobre los liberados y no sentarse para ver cómo se puede resultar más competitivo, cómo se puede uno formar mejor para este mundo irreconocible. Transigir es ignorar qué se puede hacer con los jóvenes que no encuentran un primer empleo o los viejos de 50 que serán incapaces de encontrar el último.

Los sindicatos se han comportado corporativamente, han defendido su corralito gremial a costa de los excluidos por el sistema, han apantallado los viejos empleos de forma acrítica dejando que se carguen los rehenes del empleo joven y del anciano de cincuenta años o de los parados, permitiendo que las clases medias retomen el concepto de gorronería del Estado de bienestar para aplicárselo a todo aquel que esté fuera del patio de recreo del empleo fijo.

Los sindicatos que se comportan como adalides de los trabajadores, como guías en el sendero arduo de la vida, han permitido que se adore a los múltiples vellocinos, que las televisiones ultrafascistas sosieguen con sus adormideras las conciencias y los valores. Escuchen: Esta disposición a admirar y casi idolatrar, a los ricos y los poderosos, y a despreciar o, como mínimo, ignorar a las personas pobres y de condición humilde es la principal y más extendida causa de corrupción de nuestros sentimientos morales. Ya habrán adivinado que no lo firma Sarkozy, ni pueden atribuirlo a nuestro Rajoy pertinaz en su decúbito trono, estas palabras pertenecen a Adam Smith que vivió en el siglo XVIII y sentó las bases de la economía clásica y del capitalismo. Qué pocas cosas han cambiado.

Los sindicatos deben replantearse su papel en la dinámica social. Poco sentido tiene hablar de piquetes informativos cuando te retransmiten la huelga en directo, cuando conoces antes que el Ministerio del Interior el seguimiento en Cádiz o en Bilbao. El concepto de vanguardia cambia cuando tus guiados saben leer y escribir o tienen una titulación universitaria, cambia cuando la complejidad del entramado sociolaboral es absolutamente diferente al del siglo XIX, cambia cuando la dichosa mariposa aletea en América y repercute en Europa.

Les dejo. Lean La tierra va mal de Judt, uno de los más brillantes pensadores y que acaba de morir. Señala, Hay una razón para que la mortalidad infantil, la esperanza de vida, la criminalidad, la población carcelaria, los trastornos mentales, el desempleo, la obesidad, la malnutrición, el embarazo de adolescentes, el uso de drogas ilegales, la inseguridad económica, las deudas personales, la angustia, estén más marcados en los Estados Unidos y Gran Bretaña que en la Europa continental. […] La desigualdad es corrosiva. Corrompe a la sociedad desde dentro.

Es hora de que los sindicatos dejen la silicona que bloquea y apliquen la materia gris a los asuntos que nos vienen. Tras la fiesta de final de curso para las familias hay que empezar a trabajar. Ya no hay engranajes para introducir los zuecos y parar la maquinaria. El único sabotaje posible hoy en día es no pensar.

sábado, 18 de septiembre de 2010

De anomias y alienaciones

Antes de vacaciones, en la respuesta a un amigo de blog, mencionaba esa primera vez, lo que un libro de cierto éxito de hace treinta y tantos años tituló El día que perdí aquello y que siempre se asocia a la pérdida de la inocencia, como si el himen nos arropara de ingenuidad y ésta nos protegiera de los peligros de la sociedad.

Y así sería si el sexo fuera una amenaza en lugar del mejor cómplice, pero la pureza se vincula a esa virginidad, a ese desconocimiento carnal, dejando detrás las auténticas herramientas de mortificación que sí hacen la vida ingrata o invisible.

Y aunque tus padres se hayan esforzado en darte una formación no pecaminosa del sexo, detrás está la educación por ellos recibida de peligro de electrocución inminente si se toca casi cualquier cosa que se mueva o gima, por lo que el sexo es el furtivo de las liebres, el cepo del ratón o el cohecho del funcionario. Tras el sexo siempre está ese fantasma del embarazo que recorre las mentes, o los contagios, mortales excusas para evitar pensar en tu hija manoseada, en tolerar a tus cachorros excitados, en aceptarlos adultos e independientes y te das cuenta que tus miedos son resúmenes de la educación recibida por generaciones y que prescindes de ella intelectualmente pero en modo alguno deja de afectarte.

Pero esa misma educación no te ha advertido sobre peligros mayores o realmente auténticos, esa educación de abuelas estrictas, de madres amantísimas, de padres severos, de profesores próximos, ninguno de ellos te advirtió sobre la suciedad de la vida, ninguno te dijo que lo que te contaban era mentira, que cuando te decían que el esfuerzo era necesario y que era la antesala del éxito te estaban metiendo una patraña, te engañaban cuando te decían que hacer bien el trabajo era lo único importante, te tomaban el pelo dándote reglas de urbanidad: qué se dice, levántate si la otra persona está en pie, el tenedor con la otra mano, cede el asiento, facilita el paso, sostén la puerta, y tantas otras cosas que te repetían una y otra vez. Quizás las creían también, creo que incluso las practicaban, se arreglaban para recibir a otras personas, se aseaban, se mostraban educados y puntuales con esa mezcla de respeto hacia el otro y hacia uno mismo, pensaban y te contaban un mundo mejor, te hablaban de un futuro de esfuerzo solidario en el que ninguno racanearía energías, en donde lo importante era construir un espacio para vivir, para pensar, para compartir historias. Te hablaban de libertad, de ausencia de miedo, de respeto a las ideas y los credos, negaban la imposición y la coacción pero te engañaban, se engañaban.

Y el embuste era de tal entidad, la trampa era de tal categoría, que nos ha costado años darnos cuenta; siempre era una excepción, una casualidad, el garbanzo negro; y uno, en ausencia de ellos, seguía repitiéndose las consignas de mostrar voluntad y brío, a pesar de que las pruebas demostraban lo contrario, porque las pruebas eran los demás, aquellos que con menos merecimientos alcanzaban posiciones en atalayas más placenteras, eran esos que les bastaba una sonrisa para comprar lo que a ti te costaba un par de horas de trabajo, a veces no tenían ni que sonreír, ni siquiera estar, porque lo relevante no era su contribución, sino su nombre. Y uno pensaba que eso era lo inteligente en contra de lo que oyó de pequeño, que los enchufes, las sinecuras, los momios eran para mediocres y que la persona íntegra únicamente debería esperar realizar bien su trabajo y que el esfuerzo siempre era recompensado. Pero si uno no era tonto, advertía que llevarse los méritos y eludir los fracasos era maravilloso, al menos de vez en cuando, y que debería existir alguna clave que hiciera comprender mejor esa situación. Algo debe haber que no nos contaron, para que tipos a todas luces mediocres prosperen ininterrumpidamente mientras otros, no sólo tú, se queden en el camino. Alguna razón debería concurrir en el análisis para que eso que dijiste tú hace un año, lo repita peor un petimetre tiempo después y le hagan la ola; algo debe pasar para que se apropien de tus argumentos, de tus iniciativas, de tus informes, esos mismos que antes no merecieron reconocimiento y ahora son la base de la solución porque se presentan por ese sujeto de la sonrisa refulgente y apellidos dobles.

Y no crean que es resentimiento, engreimiento o soberbia y que el torpe es uno mismo, y lo es tanto, lo es en tan enorme grado, que no se reconoce en su propia ineficacia, qué va, es que eso les sucede a muchos, normalmente amigos, como si fuera una variable que une a los damnificados por esos individuos de sonrisa que a su vez hacen tan buenas migas entre ellos. Uno ha visto como la cátedra no se la llevaba ese profesor titular tan apto y esforzado, sino ese que tenía más amigos en el tribunal, y lo ha visto tantas veces que no le cabe la menor duda. Y profesionales liberales que no logran escalar como otros mucho menos dotados profesionalmente, pero infinitamente más capaces para establecer relaciones, para urdir conexiones y alianzas. Ha visto uno tantos jefes mediocres, tantos directivos sin energía, sin capacidad, sin resolución que ya tiene la seguridad de que aquellos valores en los que uno fue inculcado son mera fantasía y artificio. Y aunque eso pasa en la empresa privada, en la empresa pública esos personajes suponen la mayoría, han creado sagas de hijos, sobrinos, amigos y esos a su vez han establecido redes espesas del do ut des tan de moda en estos tiempos y que bien podría traducirse por el clásico infantil, te cuelo si me cuelas.

Y ve a jefes impresentables, a proveedores de éxito efímero, deambular entre pasillos con papeles de figuración y ademán apresurado, con mirada de no creerse contingentes, con postura de ser absolutamente necesarios, mientras ensayan la siguiente excusa y escurren el próximo bulto.

Pero el sistema protege a estos individuos en justa reciprocidad, porque estos sujetos protegen al sistema. Un sistema cada vez más cerrado que para persistir debe ser intolerante con los outsiders y protector con los afines. Y las cosas están en el punto que a los outsiders ya no les importa y los afines son incapaces de entender que exista otra forma de estar el mundo.

Sarkozy y Berlusconi se aplauden y respaldan en la cruzada contra los gitanos, mientras la mayoría calla, porque como todo el mundo sabe, primero fueron por los gitanos pero yo callé porque yo no soy gitano. Luego fueron por los representantes sindicales, pero yo callé porque no soy sindicalista. Para más datos y comparaciones consultar los diarios de los años treinta en la Alemania post depresión de 1929 o lean las declaraciones de nuestro socialista presidente. O tempora! O mores!

Quizá hubiera que reescribir el día que perdí aquello, aquel momento en que dejamos de pensar y de querer entender lo que nos sucede, para entregarnos a las consignas clientelistas o a la simple imitación de los mediocres. Ya no hay inocencia que resguardar. Y hoy ya nacemos sin conciencia. Aprovechémonos. Como hacen ellos.