lunes, 9 de marzo de 2009

Laureles

La bitácora de Melusina me ha dado un premio o dos, no sé muy bien, pero una de las condiciones para aceptarlo es compartirlo con otros 15 blogs que, en mi opinión, merezcan también el premio. Una especie de Madoff bloguero sin remuneración y beneficio. Pero yo no leo 15, sólo leo cuatro o cinco y escribo el mío y respondo a los comentarios que tienen a bienadmiración. Así que no sé si de verdad me merezco el premio y puedo aceptarlo a pies juntillas, o soy un outsider de la blogosfera y necesito abrir más mis ojos. Leí las entradas de los blogs que proponía Melusina y seguro que son fantásticos en su conjunto pero imposibles de seguir para mí. Algunos los conocía por haberlos leído esporádicamente, otros me resultaron sorprendentes y amables, pero sería incapaz de pasear por sus senderos con asiduidad. Quizá me basten las reflexiones solidarias, los viajes, los relatos familiares de niños y gatos o las ingenuidades compartidas, pero para seguir tanto blog tendría que sacrificar otras cosas, porque mi sueño ya es casi agujero negro y no se puede comprimir más, y siempre preferiré cocinar a leer recetas y a veces leer es implicarse y forzar la vida e inventar y congraciarse y los días se empeñan en no ampliar jornada y las aficiones no dejan de crecer, como las orejas. Poesía, ciencia, arte ¿cómo dejar de mirar, de ensimismarse y ver que el ocaso empieza a amanecer sin darte cuenta? Demasiado por leer, demasiado poco tiempo que ofrecer. No soy de trofeos, de medallas, de copas de plata ni de títulos enmarcados, ninguna cuerna de punta alguna decora nuestro salón, pero si me gusta acoger, merecer y compartir y mi agradecimiento a Melusina es máximo, pero mi misantropía es aún mayor y mi capacidad de fingimiento merma cada día, sin lograr hacerme más verdadero, pero sí más arisco. ¿La edad? ¿La autoindulgencia? Esparcir quince premios sin el cuidado con que ella los ha trasmitido sería traicionarla y engañaros, y convertir el dardo en aguja de jeringa y el oro en latón laminado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno ya estoy aquí, a pesar de Jazztel (ya hubiera querido yo un escarceo de otro tipo, o no, la verdad es que ya anda uno pelín trabajao).

Bueno que se ve qe el barrio, mejor sus buenos vecinos, te aprecian, tia Chea te da dos premios en vez de uno. Entiendo tu postura que además comparto, pero es obligado aceptar y agradecer.

Tras estos días "desconectado" es todo un placer recorrer tus fotopegas blogueras, chistecillos peperos y otras gracias informatrivas, aunque la verdad es que malditaºla gracia que tienen.

Yo iba a reingresar con un repaso al noticiero pero ante tanto material, he decidido contar hasta mil, reflexionar y mañana ya veremos.

Un abrazo y lamento no poderte dar detalles más agradables, otra vez surgirá algo, O no.

Anónimo dijo...

Como siempre eres genial. y eso que se llama genuinamente tuyo. Haz lo que quieras, que me parece muy bien. Si quieres nombras y si no , no lo hagas. Es igual. Para aceptarlos no hace falta mas que eso, aceptarlos. Y te digo, yo que te los he dado, te los reitero despues de leerte.

Solo quiero que te conozcan Y eres un amigo querido, misantropo o no, con tiempo o sin el, arisco o no (que no lo eres en absoluto) al que mando un gran abrazo y al que agradezco montones de risas y cosas encantadores que he recibido a traves tuya.
Melusina

Leandro María dijo...

En Asturias, para decir que uno siente vergüenza, y en clara alusión a la efusión sanguínea, dicen: uy, dame el sol en la cara.

Como sigas así, se lo tendré que decir al pelma y que sepas que el acoso bloguero está penado con más posts. Así que tú verás.

LM

Anónimo dijo...

Por tu sincero post te mereces el premio de la dulce Medusiña.
Es como un beso.
Un placer leerte