viernes, 20 de noviembre de 2009

¿Idiosincrasia vendrá de idiota?

Ya lo habrán leído ustedes. -Toñi, hay gente en tu casa. Cuando Antonia y Josep regresan de sus vacaciones interrumpidas e intentan entrar, alguien les ha cambiado las cerraduras. Primero hubo una reclamación penal por allanamiento. Dicen que no prosperó por contradicción entre los testigos por si la pareja vivía o no en el piso.

Luego seguimos, pero permítanme un alto en el vía crucis.

Si estás empadronado en una casa que figura a tu nombre con gas, luz, teléfono, a tu nombre, que para más inri –por lo de vía crucis- lo gestiona el patronato Municipal de la Vivienda de la Generalidad catalana que te cobra mensualmente 148 euros por ese piso social, ¿qué coño de vecinos tienen que declarar sobre tus hábitos, si duermes, vegetas o hablas castellano en la intimidad?


La okupa en cuestión quitó a esta pareja de la titularidad del Ayuntamiento y se empadronó ella.

Otro parón en el camino al calvario. Hará un año o poco más, yo aparecía empadronado en un 1º cuando vivo en un segundo de mi propiedad mientras el banco no me ponga problemas. Cuando fui al ayuntamiento a que lo corrigieran, me pidieron hasta la partida de bautismo. -Señorita, si es muy sencillo, es un error, en lugar de segundo han puesto primero, ni siquiera es importante. -¿Y si usted quiere empadronarse en un sitio que no le corresponde? replicó. En ese momento entendí el espíritu que le animaba en su pesquisa y lo que me hacía sospechoso. La dichosa ascensión social. -Señorita, los impuestos, las comunicaciones me las mandan bien, ¿quién quiere engañar al ayuntamiento pasando del primero derecha, al segundo derecha del mismo número de la misma calle, de la misma ciudad? -Ah, eso lo sabrá usted que es el que quiere cambiar. En ese punto ya me estaba convirtiendo en donante de A negativo –qué otro Rh si no- por los ojos. -¿Qué tengo que traer? -O la escritura a su nombre o un par de recibos principales de agua o teléfono que acrediten que vive en esa dirección. Y nos tiene que traer el original. El listo, en este caso lista, que siempre vive al lado de las recepcionistas titulares –¿se podrá parasitar a un parásito?- añade: -También puede mandar por correo fotocopias, añade con sonrisa de yo estoy en la pomada. La lista de receptores universales y los propios de mi grupo sanguíneo ya hacían cola tras de mi ante la insospechada donación altruista. -¿Quiere decir que si yo vengo tengo que traer el original, pero si se lo trae un cartero vale fotocopia? -Exactamente. Y no se plantó en los medios y giró con la montera en la mano entre vítores del personal fijo y contratado de milagro . Me costó nueve meses que cambiaran el 1 por el 2. Lo contrario, en lugar de una faena, hubiera sido una oferta de supermercado.

Vuelvo a Barcelona. Nuestra pareja, queridos y aburridos lectores, se lo hace por lo civil y demuestra que era su residencia habitual. Cuenta con otros vecinos y con el propio Patronato arrendador. Pero ese mismo Juzgado no incoa procedimiento contra los falsos testigos ni contra el Juez de lo Penal que no fue diligente en sus averiguaciones, que como ustedes comprenderán no podían ser muy complicadas. Una de las vecinas mentirosas fue la que permitió el acceso a la vivienda por su propia casa a través de una ventana y que ha sido desahuciada por falta de pago hace unas semanas. Una joyita.

Cuando Antonia y Josep piden la ejecución de la sentencia a su favor, para poder volver a vivir a su casa ¡pleitos tengas y los ganes! el juez Tortras suspende la orden de desalojo por precariedad económica de la okupa. ¡Sólo faltaba que se te metiera en casa un banquero indemnizado recientemente! Al final tuvieron suerte, siempre podían haberlos obligado a compartir vivienda cocinar para la squatter y arroparla bien por las noches. Pero el juez Tortras –no, no hace un pan parecido- no llega a ese punto de indulgencia, ni siquiera se ha ofrecido a llevarse a la okupa a su propia casa y darle una copia de las llaves. -Si ya se ha hecho a este barrio…

Como se pueden imaginar los departamentos municipales implicados se llaman andana con los consabidos, todo eso que me cuenta es de otro departamento. Si quiere haga un escrito.

La okupa ha tirado los enseres que no le venían bien de esa familia a la calle, una televisión salvada por la propia Antonia que tiene una tienda enfrente, las fotos, la ropa, todo eso que uno acumula durante la vida, viene otro, se lo prueba y lo tira si no le conviene. Llevan así 16 meses.

Resulta terrible, pero siempre habrá quien piense que esto de los pisos vacíos no es tolerable y tanta gente en la calle. Son los mismos del argumentarlo de que los piratas del Índico hacen eso porque se mueren de hambre. Que el pequeño traficante no es el culpable, que se busque a los grandes nombres en las alturas. Si la selección nacional va a jugar al País Vasco es una provocación. Que antes del aborto hay que prevenir con otros medios. Soluciones inteligentes para problemas sencillos. Mientras, nuestra pareja sin piso, los marineros secuestrados, los adolescentes comprando pastillas o sin la llegada de la regla prevista o unos cuantos decidiendo lo que es o no territorio español. -Me he cortado. -¿Cómo no tuviste cuidado? Ya lo dijo Ppons, si vamos a pagar hagámoslo antes. Preclaro. Si te vas a morir algún día, muérete ya tío. Más gracia tuvo el abertzale, -¿Le gustaría que jugara la selección española aquí? -Sí, mucho. De equipo visitante. Por lo menos hay cosas dentro de la boina.

Ustedes, como yo, lo conocen todo esto por que ha sido noticia, es decir, porque causa extrañeza, porque es evidente. También se enteraron hace nada del chisme ese electrónico, para hacer no se qué con las piedras de una universidad gallega que costaba un millón de euros y al paisano que lo controlaba se le acababa el contrato. Por lo visto no es cierto, ayer se quejaba el vicerrector Luis Caparrós en las cartas al director de El País. Hay más gente que sabe manejar la máquina, el paisano tenía un contrato por ese tiempo previsto de antemano y por el que otros investigadores esperan también, el espectrómetro se empezó a comprar mucho antes que el paisano en cuestión apareciera por allí. O sea que la monstruosidad de gestión no es tal, pero mola contarla para hacer gracia.

No causa tanta extrañeza que le den un premio al naturalista David Attenborough. Que se lo den de Ciencias Sociales ya es más de coña. Debe ser que ahora ya no hay ciencias y letras. Claro que la autora del niño Harry Potter se llevó el de la Concordia justo como Hawking que no debió merecer el de Investigación Científica. Pero sí mereció el Pueblo de Puerto Rico el de Letras.

Debería causarla, pero tampoco lo hace, que el tío que dirigió el asunto del Prestige con tan indudable éxito se permita hablar de cómo se organiza un comité de crisis, que hable de legalidad de un aparato que compró él por una pastizara o que se fíe de otro colega que nos maravilló a todos con el Yakolev 42. Ese sí que sabía de repatriaciones. Con Ppons en el partido no sé cómo no corrigieron lo inevitable.


Así que es muy probable que sea cierto este desastre de funcionarios de diverso pelaje, pero también podría ser que la pareja reclamante sean unos asesinos en serie que sólo quieren tocar las narices, pero de momento lo que sabemos es que les han tachado de los buzones, habrán leído sus cartas, sus extractos bancarios y se han puesto ellos, los nombres forasteros, con rotulador.

En este país, seguramente con tinta indeleble.

2 comentarios:

Julius Lawick dijo...

Es así, Luis, es así. En la realidad es así casi todo. Y no hay escapatoria. Ya lo dijo Torrente Ballester: "La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota."
Uno se siente a veces como si estuviera en medio de una isla, subido a un árbol, lejos de la inocencia, rodeado por el hombre y la miseria humana. Como dicen esos versos de Esperanza Ortega que he leído y subrayado esta mañana a un lado está la selva de los tigres, al otro, las langostas, y debajo te estremece el foso más cruel, el de los cocodrilos.

Saludos.

***

Magnífico el cáustico texto que me has recomendado. El tuyo, no el de Saramago que no he podido leer todavía.

Leandro María dijo...

Me gusta la cita. No había leído nada de ella y no sabía que era la mujer de Martín Garzo, del que no soy muy partidario.

Un abrazo,