sábado, 15 de enero de 2011

Rebajas

Han empezado las rebajas. Si leen los periódicos o vieron la última entrevista a Zapatero, realizada por la actual señora de Piqué, dudarán si las rebajas son de cerebros. Si oyen a Ppons o a Montoro, que no para de cambiarse los colores de las gafas, tendrán la certeza más absoluta: en estos tiempos el seso cotiza menos que un dracma. Pero no, yo me refería a las rebajas del pague 2 y llévese 3. Aunque al final se equilibran las cuentas, ya que durante meses hemos estado pagando 3 y llevándonos 2, pero sin carteles ni actrices de medio pelo que nos lo canten. Así que lo comido por lo servido.



Pero en esto de las Rebajas también tiene su impronta el autonomismo, así todas duran hasta el día 6 de marzo salvo en la Región de Murcia que duran hasta el día 1. ¿Irrelevante? Claro, absolutamente, pero sería razonable que en esas pijadas no hubiera distingos. Sería el inicio para que no los hubiera tampoco en lo importante, que bastante tenemos con la coletilla de la hora menos en Canarias.

Pero señores –por milagros del idioma, incluyo a las señoras- ¡qué es una fecha más o menos por unos calcetines más caros o un cinturón que no necesitas, cuando la UNESCO prepara para dentro de 20 años que la mitad de la población mundial sea homosexual! Ahí es nada, 3.000 millones de personas en carroza hacia Chueca enseñando cacha bilateral. La gran migración del milenio. Hacia Belen va una… Con estos pelos y sin arreglar y vivo en un sinvivir a la espera de saber con quién no podré tener sexo a los 70 años, cuando lo más probable es que no sea con nadie. Trabajando todavía por aquello de la pensión y de pronto ¿empezaré a mirar con otros ojos a mis amigos varones? O lo que es lo mismo ¿empezaré a mirar a otros varones con ojos amigos? O incluso más grave ¿todos los ojos de los varones serán mis amigos? Así lo pronostica Demetrio Fernández de Córdoba que nada tiene que ver con el Gran Capitán –picos, palas y azadones, en veinte años todos maricones-, lo que pasa es que es el obispo de Córdoba y dice estos bobos ripios. Luego se lía y habla de cambiar de sexo indicando que la ideología de género promulga que "uno no nacería varón o mujer, sino que lo elige según su capricho, y podrá cambiar de sexo cuando quiera según su antojo". Ya sabemos que a la Iglesia no le gusta este batiburrillo, yo me remendaba, yo me remendé, la Iglesia es más de ideas fijas, con las hogueras, los niños pequeños, la defensa de la mujer. Así que ante la expectativa de la transubstanciación del sexo a nivel cósmico ya saben: pónselo, póntelo. El bozal, claro, a don Demetrio.


Pero dejémonos de rebajas y ascendamos al lujo. Dejemos una birria de obispo y pasemos directamente al Papa, que dice que el purgatorio no es un lugar en el espacio sino un fuego interior. Apartando a un lado esta última moda teológica de la deslocalización, coincidente con la estrategia de tantas multinacionales de llevarse las industrias al lejano oriente y dejar a Europa como continente de servicios, esto de que el purgatorio no sea una descripción topológica y sí un estertor moral que te reconcome ya me gusta más. Porque purgatorio es justamente la palabra que buscaba para definir como me siento al ver a Mónica Belucci o más recientemente a Paz de la Huerta –gugléen, gugléen- novia del mafioso en Boardwalk Empire, la serie de Scorsese, que no pueden dejar de ver, situada en Atlantic City cuando la ley seca, esa forma que ofrecieron los puritanos legisladores para que los listos, siempre los listos, se hicieran de oro y la gente siguiera bebiendo.

 Y eso vuelve a parecerse al fuego interior que te entraba con un pelotazo barato que te metías de un trago en aquellos años en los que éramos hombres –acepten que también me refiero a las señoras-. Pero en aquellos años el fuego interior se calmaba con Almax forte, aunque también valdría el permiso y la colaboración de la señorita de la Huerta, mientras la UNESCO nos permita y no nos mute, pero el fuego interior que nos atenaza se arregla sobre todo con la deseada concertación entre sindicatos desorientados, un gobierno acorralado, una oposición platicúrtica y una patronal mirando al sol. Y esa sí es una buena definición de purgatorio. O llegan a un acuerdo –pueden ver los resultados de Alemania, otro milagro alemán, que ha subido los sueldos y ha aumentado la demanda interna y ganan, y ganan como el conejito- decía que o llegan a un acuerdo y entienden y nos explican los números de una puñetera vez, o vamos a ir directamente al infierno. Y sobre el infierno ya tenemos más referencias de primera mano. Al menos en este Madrid que horadamos sin descanso y en donde los okupas le piden a la policía una orden judicial para entrar en el edificio ocupado.

Y así seguiremos porque Trinidad Rollán, la número 2 del vigoréxico secretario general socialista de Madrid, Tomás Gómez ha sido condenada a 8 años de inhabilitación por prevaricación, ¡qué diferencia con Valencia, donde Carmen Martínez, la número 2 de Jorge Alarte, le adelanta por la izquierda y dice al más nítido estilo PSC, nens s’ha acabat el bróquil! Se acabó el tiempo de impunidad. En este caso se lo dice a Antoni Asunción, que ha protagonizado un asunto cada día más oscuro y sucio.

 
Y así debería empezar todo este socialismo light que se enseñorea por ahí, lanzar un hasta aquí hemos llegado, por supuesto con la corrupción de propios y extraños, pero también dejar de mostrarse impecable cuando la realidad es tan tozuda como mi perro. Carbón o nucleares, Pensión 65 o 67, o dejar que el PP o las víctimas dicten la política terrorista o dejar que los bancos y cajas determinen sus ritmos, o que los piratas, los de sofá y los de esquife, escojan las rutas de navegación. ¡Venga ya, hombre!

Porque al final hay que dejarse de hostias y mandar, que ya sabemos que a ZP solo le queda BOE y medio por rellenar, pero a España le quedan muchas cosas por hacer y en estos tiempos que nos vienen, esas cosas las tienen que hacer los progresistas, lo que no significa los bobalicones timoratos del buen rollismo que se asustan cuando una ministra recuerda que se puede denunciar el incumplimiento de una ley o se pone firmes a unos señoritos que coordinadamente se niegan a mirar una pantalla de radar. Así que Zapatero bien haría en terminar honrosamente sus ocho años y replantear el sistema de primarias que tantos disgustos da. No solo en el PSOE, vean el cariño que tenemos los españoles por el próximo presidente Rajoy si nadie lo remedia, o miren lo que está pasando en Asturias en el PP, o en el PSC para la alcaldía de Barcelona, remakes de las guerras socialistas de Valencia y de Madrid de hace bien poco. ¿De verdad hay que someter al escrutinio público las diferencias entre Blanco, Chacón y Rubalcaba en una potencial elección sucesoria entre ellos?

Si yo fuera del PP, a mí me encantaría. Y si fuera Cascos, hasta sentiría cierto fuego interior. Aunque fuera fatuo.

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