jueves, 8 de octubre de 2009

El Gürtel de los líos

Encuestador: ¿Cómo cree usted que van las cosas en la economía española? Muy bien. Bien. Regular. Mal. Muy mal.
Ciudadano: La economía va como el culo por culpa de Zapatero que nos va a arruinar a todos.
Encuestador: [con voz de tierno infante] ¿Eso es un muy mal?
Encuestador: [con tono recuperado] Y ahora dígame, ¿cómo le van las cosas personalmente?
Ciudadano: Personalmente, de puta madre.

Esto me respondieron hace unos días cuando el pelma me dejó disfrazarme de Manolito Gallup sin gafotas. Como verán, la gente supone que su vida y la de los demás no tiene nada que ver. Así coincide con los datos que ofrecía hace unos días el periódico de un dios menor. Son las paradojas de la crisis percibida y sufrida.Pero para paradojas, la de Gurtel sin diéresis, que no la encuentro, quizá porque también se la han llevado. Esta gente, que reclamaba en un grado superlativo de lo “ostentoreo”, la dimisión del ministro de Justicia por no haber pagado las tasas de licencia de caza de la Comunidad Autónoma correspondiente, algo así como no pasar la ITV del coche en el año. Esa gente, ve razonable que varios alcaldes, algunos diputados autonómicos y el presidente de la Comunidad Valenciana hayan recibido regalos durante los últimos diez años, algunos como pantallas de plasma, coches de diez millones de pelas o pelucos de futbolista. Esta misma gente plantea no sé qué extraña solución para que Mariano Rajoy, la Secretaria general de exteriores y terrazas o SSS by Paris Match pongan orden en el partido.

¡Pero sí solo pueden dimitir!

¡Pero si es que les ha pasado a ellos! ¡En el despacho de al lado! The guy next door, dicho en valenciano. Ha sido su tesorero, su diputado en la Asamblea de Madrid, el marido de la Secretaria de Organización, el alcalde del pueblo en el que viven, su barón valedor en Valencia, el hermano de su colega del Consejo de Ministros. Es que ha sucedido en Galicia, en Castilla León, en Valencia, en Madrid…con lo grande que es España y se nos acaba.


¡Alto! Qué Rajoy no ha sido, dice el Ciudadano que entrevisté disfrazado el otro día y que se ha venido a tomar unas pastitas en casa.

Démoslo por hecho. Al menos a efectos expositivos concedamos inocencia, incluso virginidad, a Rajoy. Pero si no se ha enterado de nada en diez años, si no ha mirado unas cuentas y revisado el origen y aplicación de fondos en su puñetera vida, si no ha sabido controlar a sus muchachos ¿cómo coño le vamos a dejar la caja grande del Estado para que ponga a esos fieles a cuidarla?

No ha sido un botones en Melilla el que ha sisado café en la oficina o un conserje que aparca el coche particular por la patilla. Lo que pasa es que la número 3 del Partido Popular, Ana Mato, a la que le tocaría un ministerio como poco, no se da cuenta que el marido trae un Jaguar a dormir en su garaje por las noches, que el que fuera Ministro de Ciencia y Tecnología no se sorprende cuando su hermano se hostia en un coche de diez millones o cuando en Navidades viste un relojito de 25.000 euros que brilla más que las luces del árbol.

Pero ¡claro que se dan cuenta!, ¡claro que en el partido sabían que con el sueldo de tesorero uno no se hace un patrimonio de cientos de millones!, pero callan, porque al final piensan que ya les llegará el turno; si las mentiras de Acebes y de SuperAznar les truncaron el desarrollo aquel 11M, este torpe de Zapatero va camino de arreglarlo.

Ya se relamen. 2011, una odalisca en el spa, o una bañera de oro tipo tío Gilito lleno de monedas o abarrotado de polvorientas rayas blancas y efebos activos o de chalecos blancos y muchos monaguillos o más relojes y más bugas.

¡Qué cerca está ya!

Más FMI pronosticando el fin del mundo español, más Gobernador del Banco de España haciéndose un hueco algodonoso para cuando esto cambie, un poquito de resquemor de Solbes y de Sevilla y unos cuantos tiros más en el pie del equipo de Zapatero y ya está. Ministros, Secretarios de Estado, Subsecretarios, Directores Generales, consejos de administración de empresas públicas, alguno ya se veía en el Supremo -en el lado bueno del tribunal-, cientos de cargos para distribuir entre estos que ahora sabemos, con la presunción de inocencia que ustedes quieran, que se han puesto hasta el culo de todo. All inclusive.

Con la boca llena de migas y té, mi ciudadano entrevistado alega: ¿Y lo de Felipe qué, y lo de Felipe qué?

Ahí me han pillado. Lo de Felipesa es un estigma, pero según la doctrina Rajoy Monroe Berlusconi quizá lo de los GAL fue un comando de la derecha incrustado en el PSOE para hacerle caer y lo de Filesa una sucia maniobra de la policía.

Bien pensado... es posible, porque ellos tenían mucha más práctica después de tantos años de paz. ¿Les suena, verdad?

martes, 6 de octubre de 2009

Gaussdeamus igitur

La Unión Europea está preparando un programa para detectar en Internet conductas anormales. Los progresistas sin coderas se han lanzado a protestar por la pérdida de intimidad y por la resonancia orwelliana que tiene el proyecto. Permítanme una digresión fugaz, qué haría esta gente sin 1984 y sin el Emperador desnudo, porque no hay declaración, acusación o amenaza que no incluyan alguna de estas referencias ¿no han leído nada más? Este proyecto que dicen atenta contra los derechos humanos, está dotado con 10 millones de libras esterlinas. Otra digresión: ¿por qué tenemos que hablar con monedas escépticas en programas de la UE? Vuelvo. Y a mí lo que me aterra no es que me huelan la bragueta o husmeen en mis hábitos religiosos –ahora mismo no sé si ambas posibilidades constituyen redundancia- lo que me preocupa es saber a qué llaman conductas anormales.

Como buenos pacientes psiquiátricos que son, sabrán ustedes que el MMPI es un test de personalidad muy usado. También es relativamente antiguo ya que se construyó en los años 40 en la Universidad de Minnesota. Dispone de muchas escalas de valoración clínica, como depresión, esquizofrenia o para valorar tu rol sexual masculino/femenino. Tiene más de 500 ítems y una de las preguntas es si usted cree en Dios. La respuesta negativa puntúa en la escala de Paranoia. Dirán que ser americano en Minnesota y no creer en Dios no resulta muy saludable. Quizá. Pero a veces los análisis psicométricos multifactoriales o las ideologías de los analistas de ideas fijas mononeuronales promueven diagnósticos o suposiciones realmente perversas.

Y no me refiero a que arrodillarse en el suelo para hablar con un ser superior que le da consignas al penitente suponga necesariamente cierta insania mental, pero no hacerlo no debería acreditarse como parcialmente persecutorio.

Así, cuando unos padres acuden a revelar fotos de sus hijos, algunas de ellas mostrando la churrilla, a la cadena de almacenes más grande del mundo, la cajera más simple de la tierra, los denuncia a la policía más entrometida del planeta y los servicios de protección infantil más soplamingas del universo les quitan la custodia durante un mes. La cajera dedujo que unos padres que tengan fotos de sus hijos en pelota son unos abusadores y unos traficantes de sexo con menores. Lo normal. Como pasó en Arizona, esas fotos les reportarán una pasta, ésta sí insana, a los potenciales pederastas, reconvertidos en simples padres, con fotos de vacaciones aburridísimas, pero no deja de alertarnos sobre el mundo tan mentecato que estamos construyendo.

Porque descubrir conductas anormales no estaría mal, siempre y cuando eso de anormal gozara de la máxima aceptación de la sociedad, pero ni siquiera sería un criterio válido. Hace nada los anormales eran lo que ahora llaman discapacitados psíquicos, pero también anormales eran los homosexuales y posiblemente a todos aquellos a los que les gustara jugar al bádminton. A fecha de hoy sólo quedan los del bádminton. En cualquier caso una vez identificados, cautivos y desarmados, qué se hace con esos sujetos que ostentan conductas anormales. Porque el sistema judicial está como para meter también las sospechas y las desviaciones de la norma en su proceso digestivo de herbívoro aburrido. Si la desinstitucionalización vació los manicomios en los ochenta, las cárceles están masificadas, qué vamos a hacer con estos nuevos predelincuentes. Porque no tener solución es el primer problema.Quizá toda la pasta que se llevan esos programas de reconocimiento óptico de caracteriales podría utilizarse en la escuela, porque es en las fases tempranas de la evolución individual, cuando se forjan los grandes desastres y se templan las grandes defensas ante este mundo extraño y hostil.

La derecha ricachona y vivaracha lo ha entendido muy bien y adoctrinan desde chiquitines a sus cachorros ¡córcholis, qué cantidad de cehaches tienen! De ahí su comprensible odio a la educación para la ciudadanía. La interferencia es la interferencia. En su particular formación de la muchachada buscan colegios, clubes universitarios, colonias y campamentos que cincelen su espíritu comme il faut. Me cuentan que en discotecas de Madrid como Pachá o But, las sesiones sin alcohol de la tarde terminan brazo en alto -sí, sí, como en el criticado Rodiezmo de León pero en fascista- cantando El Imperio contraataca de Los Nikis. Para seminaristas y encarcelados, Los Nikis son un grupo de la movida madrileña de hace casi treinta años, considerado como Los Ramones españoles, que hacía rimar posesiones con borbones y que en esta canción preconizaba, posiblemente con ironía, la vuelta a nuestro imperio. Por lo visto en la estrofa de //solo se juega al cinquillo//y la moda es el rojo y amarillo.//uououo...//Seremos de nuevo un Imperio… se ponen todos los niñatos a levantar el brazo con su polo nuevo bordado en rojo un día de estos en alguna franquicia de La Retoucherie, mientras la discoteca despliega banderas españolas.


Así que fíjense si queda camino para adiestrar ¿vendrá de hacer de derechas? a esta panda que ha descubierto en los DJs a sus nuevos guías y ven en la mesa de mezclas un nuevo púlpito de conversión.

Porque si el badajo de Gauss ofrece la línea que separa a los normales de los anormales, debemos saber que los anormales son tantos, que van a hacer que lo aberrante parezca normal. De esta forma alguien puede pensar que lo normal es tener dos contabilidades deletreadas con A de Alicante y B de Barcelona, o lo normal es sacar siete millones de euros del banco en billetes de 500, o que uno pase por la farmacia de la esposa a llevarse la caja para irse a Madrid a hacerse trajes, o que uno tenga cara de idiota y hable con voz de imbécil. Uno puede pensar que eso es lo normal. En realidad no tiene que pensarlo, basta con leer algún auto judicial para estar convencido, o las declaraciones de algunos padres de alguna patria u hojear algún periódico o escuchar alguna radio para darse cuenta que el anormal es uno. Y no crean que soy sectario, acabo de poner otra de Los Nikis. Dice así: el agua es más caliente de lo normal//sospecho cuál es la razón//juro por mis muertos no volver jamás//no vuelvo a ir a Benidorm.

Chim pun.